Revista nº 1036
ISSN 1885-6039

Inocencio Casanova, un canario en el Bronx neoyorquino.

Lunes, 14 de Noviembre de 2011
Redacción BienMeSabe
Publicado en el número 392

El gomero de Hermigua Inocencio Casanova es un personaje de primera fila en el Bronx neoyorquino. Una calle y una escuela pública en donde fue su mansión testimonian el papel en su devenir histórico. Es el nuevo estudio publicado por el CEDOCAM. Miradas canario-americanas es un documento biográfico, elaborado por el Centro de Documentación de Canarias y América, que se ocupa de la trayectoria vital de personajes canario-americanos. El tercer número está dedicado al canario que vivió en el Bronx, Inocencio Casanova, y a su hija Emilia, una heroína cubana.

 

Emigrado desde su juventud a la Perla de las Antillas, se desposó con la hija de un rico hacendado que poseía el ingenio La Armonía, con la que tuvo doce hijos. Fue consciente de las ventajas que ofrecía ese floreciente puerto para el desarrollo económico de esa pujante región azucarera. En 1844, con apenas 40 años, era uno de los más prósperos empresarios de la isla.

 

Ya desde 1854 había solicitado la nacionalidad estadounidense, que le fue concedida por el tribunal supremo de Nueva York el 17 de julio de 1860. En esa ciudad portuaria norteamericana compró una quinta señorial en West Farm, el actual Bronx, que se convertiría en lugar de cita de los patriotas cubanos. Sus amplios sótanos se transformarían en depósito de municiones. Inocencio hizo suyo el ideal independentista y edificó, a iniciativa de su hija, los túneles que conectaban su mansión con el canal de Long Island para su embarque para Cuba. De allí salieron no pocas expediciones durante la Guerra de los Diez Años. En este lugar se levantó una casa escuela por parte del ayuntamiento de Nueva York que lleva como nombre Casanova en homenaje a la dedicación revolucionaria de esa familia, y que fue abierta al público el 6 de junio de 1922.

 

Tras permanecer 22 días encarcelado, se le embargó por el Gobierno español su ingenio, La Armonía, el 26 de abril de 1869 y los solares del puerto de Cárdenas. El 25 de febrero de 1871 fue definitivamente expulsado. Fue dueño de casa y terrenos mineros en Pensilvania y participó en empresas azucareras como la Commercial Warehouse, cuyo presidente era su antiguo socio José Francisco de Cárdenas. Falleció en La Habana el 30 de mayo de 1890.

 

 

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