Revista n.º 1064 / ISSN 1885-6039

Sexto año consecutivo del Festival Internacional de Improvisadores por el Casco Viejo. (Incluye casi 250 FOTOS)

Martes, 9 de agosto de 2011
Redacción BienMeSabe
Publicado en el n.º 378

Las causas siguen siendo las mismas, y el arte verbal de las razones justas no ha dejado de ganar fuerza. El pasado sábado 23 de julio el aire norteño de Corralejo volvió a aunar a improvisadores de una y otra orilla para dar las sílabas exactas a la justicia social.

Yeray Rodríguez y el puertorriqueño Silva en el Festival de Improvisadores de Corralejo de 2011.

 

El Muelle Chico del núcleo costero del Norte de Fuerteventura no amanecía muy claro en este extraño verano que nos ha tocado, pero la salida del sol en el momento en que comenzaron las voces de los poetas y las cuerdas fue una confirmación más de que la palabra creadora del arte improvisado tiene directas relaciones íntimas con los dioses del cielo.

 

Con mar, aire costero, pescado, alguna copilla fresca y fiestas… ¿qué más pedir para el comienzo? Así arrancaron, poco más de las 12 mañaneras, majoreros primero, con el acompañamiento improvisado del timple de Memo González, luego combinados una y otra vez con herreños, que salieron después, y puertorriqueños, que subieron al final. Zigzagueando por el escenario, sus alrededores y desde el centro del huracán de la contienda, Yeray Rodríguez, omnipresente coordinador y omnipotente gestor de la palabra poética alzada al aire, con el reojo bondadoso puesto en todo momento sobre las cuerdas de la fiel guitarra acompañante del grancanario David León.

 

Límpida sonrisa en la polca majorera de Domingo Umpiérrez Cuco y de Marcos Hormiga, pareja de hecho que de cuatro miembros ambos hacen un completo erótico en ocho de versos musicados; Juan Luis Barrera y Carmelo Padrón, presentes en una de las ediciones pasadas del Festival y que de nuevo esta vez demostraron que con los ancestrales ritmos herreños de igual manera se improvisa; y los cuatro puertorriqueños, dos a las cuerdas (Carlos Martínez es guitarra, José Antonio Rivera es -largo y amplio- cuatrista) y dos a los micrófonos del repentismo.

 

Buen aperitivo solajero, que animaba a la tarde-noche en la segunda y grande parte en la ya mítica Plaza Patricio Calero, que tuvo una guinda sonora a dos voces: la sorpresiva llegada al escenario, sin premeditaciones, de dos voces grancanarias conocidas por estos lares del Casco Viejo corralejero: el también improvisador José María Dávila y las infinitas maneras de las cuerdas vocales del moganero Pedro Manuel Afonso que, soplado al oído por Yeray, se llevaba al huerto de la escucha al numeroso público congregado para que se allegara hasta las 20:30 horas en el juicio poético de la asamblearia plaza.

 

 

(Ya pueden ver esta parte del Muelle Chico en BienMeSabe TV pinchando aquí)

 

Pedro Manuel Afonso y otros en el Muelle Chico de Corralejo.

 

 

Seis ediciones ya. Mentira parece que el tiempo haya pasado tan rápido; mentira parece que sean muchos más los años que llevan los vecinos del Casco Viejo sin poder bajar la guardia y sin poder dormir tranquilos. Como si de un mal sueño se tratara, los ruines siguen haciendo de las suyas. Pero, por fortuna, son más los que tienen razón. Y cada año, el Casco Viejo de Corralejo se une para celebrar que se une y para sentir el respaldo de todos los que se suman al encuentro de improvisadores por el que el pueblo aguarda los doce meses del año. Qué hermoso es que una reivindicación legítima, justa y necesaria, desemboque en una cita con tanta magia y compromiso. Este año serán los trovadores puertorriqueños los que sumen su voz a la de los verseadores canarios. Los boricuas, Isidro Fernández y Roberto Silva, que tan cerca han estado siempre del latido cotidiano de su gente, brindarán su corazón y sus versos a la cruzada de otro pueblo que quiere recuperar, tal como está haciendo, el espacio que le pertenece. Verseadores herreños, tinerfeños, grancanarios y majoreros también estarán en Corralejo y por Corralejo. El Muelle y la Plaza esperan versos que nunca se han dicho y esperan la magia de una tradición que es más dichosa cuando se apropia para siempre de un sueño justo.

(Colectivo de Afectados por el Casco Viejo de Corralejo)

 

 

Momento en el Muelle de Corralejo durante el Festival de Improvisadores de 2011.

El joven Dique y el veterano Fernández en el VI Festival de Improvisadores.

 

La palabra dada, esa por la que se guían y guiaron los mayores a los que ahora pretenden arrebatarles sus viviendas, esa palabra de la confianza... fue cumplida por los poetas, y ellos y nosotros, todos juntos, cabalgamos sobre la voz de Afonso para atravesar la tarde y disfrutarnos en la plaza de la poesía. Casi oscurecida sonó la noche en versos, y ahora volvía el timple además, pero también de oscura incógnita impensada: Domingo Rodríguez El Colorao, que estaba por la zona, atinó a andar de igual modo por el escenario que también otras veces ha pisado, al igual que los versos primeros de la noche del entrañable Rafael.

 

Todos los de la mañana volvieron: nadie faltó. El público se cuatriplicó, y pudieron disfrutar de la que sin duda fue una de las grandes sorpresas de la noche: el joven Eduardo Duque, tinerfeño y gomero por todos lados, que no había estado en la mañana pero que permanecía concentrado para el duro asalto de la noche, donde triunfó... Estamos ante una de las grandes promesas de la improvisación canaria, así que no le perdamos de vista... Como tampoco lo perdieron los puertorriqueños pues compartió con el mayor de los que pasaron por el escenario, el gran trovador boricuo Isidoro Fernández, las líricas sílabas que van de la experiencia a la juventud, abrazadas en la música sin género definido. También volvió a improvisar el otro grande americano que entre nosotros fue convocado, Roberto Silva, con su característico sombrero y estilo de brazos abiertos que ritmaban con los airosos aguinaldos orocobeños y seis fajardeños, géneros genuinos del improvisado cantar de Puerto Rico.

 

No menos original fue el tambor herreño, made in El Pinar, de los siempre graciosos, pero respetuosos con sus tradiciones, Padrón y Barrera, distinguibles apellidos a lo lejos de su ascendencia herreña, como sus cantos de La Meda sobre tantas lineas improvisadas que hacían la risa y la sonrisa del homenajeado público. Tambor y acento del Meridiano que se juntaron con los grancanarios José María Dávila y Yeray Rodríguez, que a su vez estos con Duque y los puertorriqueños, que a su vez ellos con los majoreros de pelo blanco y lírica repleta... Y todos y todos juntos, en un final que no tiene fin (sino espera... hasta la siguiente edición), volvió la aérea y vertical voz de Afonso para plegar en un mismo abrazo al un lugar donde las manos, los gestos de las alegrías, los ronroneos de los instrumentos, los virginales lugares de arte improvisado, la voz y el pueblo, el pueblo que es la voz, el ingenio y la esperanza se hacen controversia en el decisivo centro de la plaza: la guerra continúa, y menos mal que los poetas no han perdido la palabra. Esto querrá decir que el Casco Viejo seguirá hablando por sus históricos y afectivos propietarios... otro año más.

 

 

Ver amplia galería de fotos

VI Encuentro Internacional de Improvisadores por el Casco Viejo de Corralejo

 

 

Final del VI Festival de Improvisadores de Corralejo.

 

 

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