La arqueóloga que dirige el proyecto de excavaciones Rosa López, explicó que "buscamos confirmar teorías e hipótesis previas, pero a priori se trata de un área muy interesante por su emplazamiento y por su uso continuado durante siglos, ya que actualmente incluso es utilizada por los ganaderos en las apañadas. Hay estructuras circulares en un número importante y algunas cuadrangulares que estudiaremos para tratar de confirmar o descarta la posibilidad de que incluso tuvieran fines funerarios. El número de estructuras y su distribución nos habla incluso de la posibilidad de que el área acogerá varios núcleos poblacionales", apuntó.
El yacimiento del Llano del Sombrero está ubicado en un lugar singular, por su cercanía al mar, de manera que sus habitantes pudieran aprovecharse de los productos marinos para su dieta; pero además a ambos lados cuenta con barrancos que proporcionaban agua potable, todo ello compatibilizado con la actividad ganadera, de la que quedan abundantes restos y estructuras, e incluso la posibilidad del complemento dietéticos con la recolección en los alrededores, ya que se trata de una zona de medianías abierta a Barlovento. Junto a ella discurre el camino de Betancuria, que probablemente fue la primera vía de comunicación utilizada por los conquistadores normandos, y está muy cerca además del límite del mancomún en el que permanecía suelto el ganado.
El presidente del Cabildo de Fuerteventura, Mario Cabrera, acompañó a la consejera de Cultura del Gobierno de Canarias, Milagros Luis Brito, y al alcalde de Betancuria, Marcelino Cerdeña, en una visita a la zona, junto a responsables de la empresa majorera Arqueofuer, encargada de los estudios arqueológicos, y de la consejera insular de Cultura, Genara Ruiz.
Tras los primeros sondeos realizados en el año 2009, próximamente comenzará la excavación en varis áreas de la zona. "Es importante para conocer mejor la forma de vida de los aborígenes, y en una zona y una época clave, la de la conquista europea. El lugar es además muy importante por su cercanía a Betancuria, que fue la primera ciudad europea en Canarias. Si se confirman las teorías con las que se trabaja, nos permitirá poder conocer mejor una parte importante de nuestra historia", explicó el presidente del Cabildo, Mario Cabrera.
Marcelino Cerdeña recordó "que en los últimos años se han dado importantes hacia un mejor conocimiento de la historia del municipio y de la isla, con la localización de zonas de grabados podomorfos o la investigación en este importante yacimiento. Eso permitirá conocer mejor el importante papel que Betancuria ha tenido en la historia de Canarias".
Mientras que la consejera de Cultura, Milagros Luis, se refirió a que "a priori es una zona con bastantes atractivos, que habrá que confirmar ahora con los estudios, porque alberga un número importante de estructuras que han sido reutilizadas durante siglos, pero que pueden proporcionarnos información valiosa para conocer mejor nuestra historia".
Trayectoria. Esta intervención está relacionada con el trabajo emprendido desde el año 2008, llevando a cabo diversas actuaciones arqueológicas en diferentes yacimientos de Fuerteventura que han permitido ampliar la documentación arqueológica de los mismos. Estos trabajos incluyeron la realización de diez sondeos en distintos emplazamientos de la isla, dos de los cuales se llevaron a cabo en el yacimiento arqueológico Llano del Sombrero en 2009.
A partir de ello se planteó esta segunda fase de ejecución en la que se llevará a cabo una intervención arqueológica tipo sondeo centrada únicamente en este yacimiento, con el fin de ahondar en una zona que puede aportar datos de interés acerca de la evolución histórica de este sector.
Objetivo. El principal objetivo es ampliar el conocimiento que tenemos en la actualidad del yacimiento, ya que constituye uno de los mejores conservados y menos conocidos de la isla. Debido a las características del entorno natural en el que se enclava, entre dos barrancos y muy cercano a la costa; y las características del propio yacimiento, sus dimensiones y la gran cantidad de material que podemos observar en superficie, pudo tratarse de un asentamiento prehispánico de gran entidad, utilizado luego por los primeros pobladores europeos. En él se dan además unas cualidades muy favorables para abarcar dos líneas de investigación que se complementan entre sí.
1) Por un lado, la reconstrucción diacrónica y periodización del yacimiento. Debido a la escasa reocupación de estas tierras, fruto de su uso casi exclusivo como tierras de pastoreo, permiten documentar con una alta fiabilidad una secuencia estratigráfica compuesta por sedimentos sin excesivas alteraciones posteriores.
2) Por otro lado, las características arquitectónicas que conforman el Llano del Sombrero favorecen la realización de estudios a nivel macro y microespaciales. Las estructuras además de ser numerosas presentan muy buen estado de conservación, con lo que es posible analizar la distribución y la relación entre las estancias dentro del área que abarca el yacimiento, así como la organización microespacial de las unidades espaciales de diferentes usos.
Por todo ello, se considera que el interés científico queda más que justificado, siendo un yacimiento que sin duda favorece la posibilidad de realizar una secuencia cronocultural y acrecentar el conocimiento sobre el poblamiento prehispánico de este sector de la isla. Para ello, se plantea la realización de una intervención arqueológica consistente en tres sondeos excavados manualmente que nos permitirán documentar diferentes puntos del yacimiento.
Historia. El yacimiento arqueológico Llano del Sombrero es conocido desde antiguo a través de numerosos autores. No obstante, el yacimiento no es catalogado administrativamente hasta que no se realiza el Inventario de yacimientos arqueológicos de Fuerteventura concluido en el año 1994.
En él fue recogida toda la información del yacimiento, que con posterioridad se actualizó en la Carta Arqueológica Insular de Fuerteventura llevado a cabo en el Término de Betancuria durante el año 2007.
Referencias. Las referencias acerca del yacimiento son muy dispares. Por un lado, contamos con noticias antiguas (FERNÁNDEZ, 1883; JIMÉNEZ, 1952) en las que se describe los restos conservados en el Llano del Sombrero o hacen alusión a expediciones que se llevaron a cabo durante la década de los 40 en esta zona de la isla. No obstante, estas publicaciones aportan una información que se centra casi exclusivamente en descripciones y datos descontextualizados.
Otro tipo de bibliografía consultada es aquella que se genera a partir de los años 80 cuando comienza a publicarse información extraída de la Carta Arqueológica de Fuerteventura (LEÓN et al., 1987) o se llevan a cabo proyectos concretos (MARTÍN, 1990).
Excavación. La intervención en el caso de los Sondeos A y B se organizará mediante cuadrículas de 1x1 metro georeferenciadas, que permitirán encuadrar espacialmente los resultados que vaya proporcionando la intervención arqueológica.
La excavación se realizará manualmente mediante niveles estratigráficos. Con ello, se analizarán los procesos de sedimentación, siendo considerados como un conjunto de modelos naturales de erosión y depósito entrelazados con alteraciones del paisaje originadas por el factor antrópico. Por tanto, se individualizará cada sedimento o nivel con un número de referencia describiéndose mediante la distinción de criterios (color, textura, consistencia, composición, dureza) que quedarán convenientemente recogidos en una ficha individualizada.
Todos los trabajos se desarrollarán por el equipo de la empresa majorera Arqueofuer, bajo la dirección de la arqueóloga Rosa López.