La Basílica de Teror es el centro espiritual de Gran Canaria. Cada año, el 8 de septiembre, la villa y la Basílica reciben a miles de isleños de la totalidad del Archipiélago que peregrinan para realizar sus ofrendas a la Virgen del Pino, Patrona de Gran Canaria.
El edificio de la Basílica se construyó durante la segunda mitad del siglo XVIII según el proyecto redactado por el ingeniero militar Antonio de La Rocha. Se trata de una planta de tres naves a igual altura, con cúpulas sobre pechinas, rematadas con linterna en el crucero. Destaca en su exterior la conservación de una torre de cantería amarilla y planta octogonal que fue realizada en los primeros años del siglo XVIII.
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