La Comisión Nacional de Coordinación para la Conservación, Mejora y Fomento de Razas Ganaderas ha acordado -en reunión celebrada el pasado día 24 de marzo en Madrid- el reconocimiento de la raza Camello Canario y su inclusión en el Catálogo Oficial de Razas de Ganado del Estado. Se trata de la única raza autóctona de dromedario -pese a que conserva el nombre de camello, término tradicionalmente utilizado por la población isleña para designarlo- reconocida en Europa. Cuenta con unos 1.200 ejemplares en las Islas y se caracteriza por tener una constitución fuerte, tamaño medio y poseer aplomos (dirección de los miembros o extremidades) bien formados y musculados.
Este reconocimiento ha sido posible gracias al trabajo desarrollado por la Asociación de Criadores de Camello Canario, entidad que presentó ante la dirección General de Ganadería del Gobierno de Canarias dicha solicitud, que ya ha sido aprobada por el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM). Esta Asociación de Criadores será la encargada de elaborar un programa de mejora de la raza que permita el manejo eficiente de la diversidad genética y que deberá ser presentado ante la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente, organismo responsable de su estudio para el reconocimiento de esta organización como entidad responsable de la gestión del libro genealógico del Camello Canario.
Historia. La historia del camello en Canarias se remonta a las fechas de la colonización europea de las Islas, sin que se tenga ninguna constancia prehispánica de la existencia de esta especie. El camello (Camelus dromedarius) llegó a Canarias en 1405 procedente del continente africano. La buena adaptación de los camellos al Archipiélago dio lugar a una expansión por todas las Islas, aunque su presencia fue mayor en las zonas sur de Gran Canaria y Tenerife, así como en todo el territorio insular de Fuerteventura y Lanzarote.
Además de para el transporte de personas y mercancías, ha sido utilizado para multitud de labores agrícolas y ha contribuido a modelar un singular paisaje agrario que en la actualidad es mundialmente conocido. Hoy en día genera importantes beneficios en su dedicación al sector turístico.
En comparación con otras razas y líneas de dromedario, el Camello Canario es de constitución relativamente fuerte y de tamaño medio, ya que hay razas de mucha más alzada y otras con la misma estatura, pero con menos peso corporal. Su morfología es bastante homogénea, armoniosa y bien proporcionada y posee un pecho bien desarrollado, caja torácica ancha, la cruz alta y el tronco profundo. Los aplomos son fuertes, bien formados y muy musculados, condición indispensable para el desarrollo de la actividad a la que se destina.