El cementerio de Vegueta fue declarado Bien de Interés Cultural el pasado año por ser uno de los conjuntos patrimoniales de carácter funerario más importantes de Canarias. Como un viejo guardián de la memoria, sus muros encierran doscientos años de historia y resume lo que ha sido la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria en los últimos dos siglos: la de los personajes que aquí descansan; la de la ciudad en que crecieron y la de la sociedad que ayudaron a modelar.
Aquí late la historia del poder terrenal, de batallas políticas y conquistas sociales. Pero también, la historia del progreso y de la cultura, a través de quienes agrandaron sus horizontes. En esta empresa, Gran Canaria y su capital fueron tierra fecunda. Lo atestiguan el empeño científico del doctor Chil; las palabras escritas de Tomás Morales; las pinturas de Néstor Martín Fernández de la Torre o la voz prodigiosa de Alfredo Kraus. Son sólo algunos de los nombres que figuran en este libro de piedra. Este año el cementerio cumple sus doscientos años de existencia.