Su vida en la isla se reparte entre el ejercicio de su profesión de abogado, disputas de mayorazgos y vinculaciones, y los encuentros y tertulias con amigos. Entre sus obras, Primera y segunda parte de las Vigilias del Sueño (1664), versos de carácter humorístico y anecdótico, pero cuyo orden y estructura se explica en sucesivas prosas introductorias; Convalecencia del alma más perdida, tratado de virtudes para “un mancebo distraído” (1689); Las cadenas de Alcides, tratado de retórica para el lenguaje hablado. En defensa de la obra Gobierno moral a Lelio, del murciano Salvador Jacinto Polo de Medina, Álvarez de Lugo redacta su Apología soñada contra un Juicio Dormido. Es autor también de Ilustración del Sueño de la décima Musa Mexicana, escrita en los últimos años de su vida y que deja sin concluir. Esta obra ha sido editada en 1991, con prólogo de Andrés Sánchez Robayna*.