El Cabildo de Fuerteventura ha iniciado la campaña de la aceituna en la isla con la puesta en marcha de la almazara que posee la institución insular en la Granja Agrícola y Experimental de Pozo Negro. El Cabildo gestiona la recogida de la aceituna y el itinerario del proceso de molienda que se lleva a cabo en estas instalaciones que, durante toda la campaña, recibirán la cosecha de más de medio centenar de agricultores. Al término del proceso, los olivicultores podrán recoger un aceite de oliva virgen cien por cien majorero que ya comienza a ser reconocido por su gran calidad y su excepcional sabor afrutado.
Esta semana se está llevando a cabo la molienda de las variedades de aceituna más tempranas de la cosecha de 2012, principalmente arbequina. Estos primeros lotes a molturar alcanzarán unos 7.000 kilogramos de esta variedad tempranera, mientras que, a lo largo de toda la campaña, se espera procesar en torno a los 45.000 kilogramos de todas las variedades.
La consejera de Agricultura, Ganadería y Pesca del Cabildo, Rita Díaz, visitó la almazara para seguir el inicio de una campaña que, indicó, "continúa mejorando sus cifras, incluso cuando está previsto que este año comiencen a funcionar dos almazaras que han adquirido agricultores particulares para moler sus propias cosechas, lo que por otro lado es una muy buena noticia porque significa que el cultivo del olivo sigue creciendo y está generando expectativas de rentabilidad económica".
Las previsiones de trabajo en la almazara del Cabildo auguran procesar en torno a los 45.000 kilogramos de aceituna a lo largo de toda la campaña, expectativas que superan los datos del año pasado, en que se recibieron unos 35.000 kilos. Las variedades de aceituna que se cultivan en la isla se irán molturando en la almazara de Pozo Negro hasta aproximadamente el mes de noviembre. Según sus diferentes estadios de maduración, pasarán por la almazara tras la arbequina, en este orden, las variedades picual, hojiblanca y verdial del país. Cabe destacar que estas expectativas se generan a pesar de la escasez de lluvias registradas en invierno y primavera. Esto es gracias a que las temperaturas han sido bajas este año, circunstancia que favorece una buena floración del olivo.
El cultivo del olivo es relativamente joven en Fuerteventura (la almazara se adquirió en 2006, y la primera campaña con registro sanitario fue en 2008), lo que implica que cada vez se plantan más olivos, y que los ejemplares jóvenes mejoran su producción cada año, a medida que van alcanzando su madurez.
Dos nuevas almazaras privadas. La olivicultura es un sector agrícola bastante joven en Fuerteventura, pero cada año cuenta con más y más adeptos. "Sobre todo porque vamos viendo los resultados, que nos dicen que en Fuerteventura se puede producir un aceite de oliva virgen de una excelente calidad. Quizá no sea posible comercializar este aceite a gran escala todavía porque la producción no es muy alta, pero sí que para el consumo interno y de cara a una gastronomía de gourmet es muy interesante, y tiene unas expectativas de crecimiento muy atractivas", declaró la consejera Rita Díaz. La consejera destacó el trabajo que ha venido realizando la primera institución insular desde distintos frentes en los últimos años. En primer lugar, poniendo a la venta una gran cantidad de olivos a precios muy asequibles para el sector, tratando de fomentar en los últimos tiempos las variedades que mejor se adaptan a las condiciones de la isla, y recuperando también el cultivo de la variedad del país, completamente adaptada a la aridez del clima majorero. "También hemos organizado charlas específicas impartidas por expertos en el cultivo del olivo, como la que tuvo lugar justo antes de la campaña de 2011 y que trató sobre la olivicultura ecológica, una vertiente de este producto que puede dar lugar a una comercialización novedosa y muy interesante", añadió Díaz. "También es muy importante destacar que la almazara del Cabildo tiene previsto procesar en torno a 45.000 kilos de aceituna, un poco más que el año pasado, cuando las previsiones de la cosecha de este año eran mucho mayores. Esto se debe a que gracias al éxito del cultivo, en la presente campaña van a funcionar por primera vez en la Isla dos almazaras que han habilitado dos agricultores particulares, con todos los registros sanitarios y permisos de comercialización".
Se trata de una noticia muy buena para el sector, porque significa que con el apoyo del Cabildo ya empieza a despegar la iniciativa privada, y eso es porque existen expectativas de rentabilidad y posibilidades reales de comercialización del producto. Ese ha sido siempre el objetivo de esta institución, favorecer la diversificación del sector agrícola insular, y por lo tanto estamos muy satisfechos con los resultados.
"Un afrutado impresionante". El técnico agrónomo por la Universidad de Jaén José Antonio García se encuentra destinado en la Granja de Pozo Negro para realizar las prácticas de un postgrado dirigido a obtener el título de Experto en Elaboración de Aceite. Como natural de Úbeda, región puntera a nivel estatal en producción de aceite de oliva, García destaca el "impresionante afrutado que tiene el aceite de Fuerteventura, sin duda digno de premios en cualquier concurso". La calidad del aceite de oliva se establece a partir del análisis de características organolépticas como el picor, el amargor, las tonalidades o el paladar. Para este técnico agrónomo, el clima de la isla, la luz, el suelo o el agua de riego en Fuerteventura "son factores que garantizan la obtención de un producto de máxima calidad".
Proceso de molturación. La almazara de Pozo Negro funciona con un sistema de extracción mecánica en frío con capacidad de molturar hasta 600 kilos de aceituna cada hora, lo que permite producir en torno a 100 litros de aceite en ese intervalo. Se trata de una maquinaria adquirida por el Cabildo en 2006, en colaboración con la Caja Rural de Canarias gracias a una inversión conjunta de 60.000 euros.
Los técnicos de la almazara toman una muestra de un kilogramo de cada una de las cosechas que entregan los agricultores en la Granja de Pozo Negro. Los análisis posteriores de las muestras y del aceite resultante permitirán determinar la calidad del producto.
El primer paso del proceso es la introducción de la aceituna en la tolva, de donde se eleva por un tubo equipado con un molino sinfín hasta la teja, que introduce lentamente la aceituna en el martillo. En el martillo se tritura la aceituna y va cayendo a la batidora, donde la pasta permanece unos 45 minutos. Una bomba de masa hace pasar la pasta al decante, donde por centrifugación se separa el alpeorujo o alpiche (restos) del aceite final. En una estancia contigua a la almazara se almacenan los diferentes lotes de cada agricultor. Al tercer día de la molienda, se realiza a cada lote un desfangado, que permite eliminar los restos más gruesos. Por último, el aceite debe permanecer entre 20 días y un mes en reposo para que se estabilice y suavice el producto antes de alcanzar el momento más apto para su consumo.
Las experiencias anteriores de elaboración de aceite de oliva virgen extra en Fuerteventura han permitido constatar la calidad del producto, que ofrece unas características organolépticas, físico-químicas y alimenticias excepcionales.