La década de los cincuenta del pasado siglo XX es testigo de la gestación de uno de los más señeros grupos folclóricos de la zona metropolitana de la isla de Tenerife. Se trata de la agrupación folclórica Princesa Dácil que, con sede en el barrio santacrucero de Valleseco, inicia su andadura bajo el propósito de dedicar su actividad a la recuperación y promoción de los aires folclóricos de las Islas. Tiene su cuartel general actual en el local de la Asociación de Vecinos Nuestra Señora del Carmen.

Para tan loable misión primigenia cuenta el colectivo con parranda y cuerpo de baile, nutrido en número por cierto, de tal forma que en los años ochenta llega a contar hasta con medio centenar de componentes. De la primera época del grupo destaca la figura del longevo don Filiberto, homenajeado en el reciente XVII Festival Aires de Anaga.

El grupo ha seguido la línea marcada, en su estilo de baile, por los más significados estudiosos del folclore canario, contando para este fin con la inestimable colaboración de otras agrupaciones folclóricas, que han brindado su apoyo a los de Princesa Dácil. Destacan como directores de baile, entre otros, los nombres de Antonio Espinosa, Diego Felipe, Patricia Muñoz, José Gudarrama, director actual, y Guacimara González.

En cuanto al aspecto musical se refiere, reza en su curriculum haber pasado una primera fase que denominan purista, es decir, sin adaptación o arreglo alguno, tal como lo reciben de la tradición, para introducirse más tarde en una fase de innovación, dentro de las “modas” habidas en las décadas de los años ochenta y noventa, caracterizadas por las aportaciones personales de los monitores y directores musicales sobre los moldes tradiciones de nuestra música de mayor arraigo.

En su actividad de recuperación de aires y melodías del viejo acervo, destaca su labor en piezas como "Pasodoble de la Iglesia", de Taganana, que llegó a grabar junto a la agrupación Lo Divino de este hermoso pago de Anaga. En la actualidad coexiste en el hacer de la agrupación esa dualidad recuperación-innovación, que completa con aportaciones de textos de nueva factura, lo que sin duda enriquece la ya de por sí rica labor de esta agrupación.

Nombres como Pedro Tejera, Enrique Melián y Jesús Robles destacan en el elenco de directores con que ha contado el apartado musical de este singular grupo. Este último es el director actual. Entre las voces solistas son de mencionar las de Luisi Arteaga, Maruca Roger y Pino Santana.

Es de significar la vestimenta que toman como uniforme en sus actuaciones públicas, perteneciente a dos épocas bien diferenciadas: trajes de labor, ciudad y fiesta de la dieciochoava centuria, y trajes de labor y fiesta de finales del siglo XIX y principios del XX, para lo que han contado con el inestimable asesoramiento de dos de las más relevantes figuras en este campo, Juan de la Cruz y Juan Rodríguez.

Actuaciones. Innumerables han sido las intervenciones de Princesa Dácil en los encuentros y festivales de ámbito regional, incluso nacional; habiendo participado en la mayoría de las romerías que tienen lugar en la isla de Tenerife, Lanzarote, La Gomera…

Dos ediciones fonográficas dan testimonio de su actividad en el mundo del disco: Así cantan mis Islas, datada en el año de 1991, y Recuerdos, realizada en 1993. Los mentados Pedro Tejera y Jesús Robles, respectivamente, llevaron la batuta en estos trabajos discográficos.

El trabajo de promoción de nuestro folclore musical se ve coronado con la organización desde el año de 1988 del Festival Folclórico Aires de Anaga, del que en el presente año de 2012 tuvo lugar la XVII edición. Las más significadas agrupaciones de la isla tinerfeña se han dado cita en este encuentro anual, entre ellas Princesa Iraya, grupo folclórico Los Campitos, Oroval, Las Hiedras, Achamán, Verode, Idaira, Aithami, Brisueños, Paiba, Virgen del Rosario, Arraigo… Los folcloristas integrantes de estas agrupaciones han premiado la constancia y buen hacer de Princesa Dácil ofreciendo sus mejores repertorios en este encuentro anual.

Pero aquí no termina el trabajo del colectivo, pues también contaron con una agrupación infantil, en los años ochenta, dirigida por Alexis García, que dio lugar a toda una cantera de cultores de nuestros aires tradicionales, muchos de los cuales más tarde se incorporaron a la agrupación adulta. La sonora denominación de Aires de Anaga, tomada del propio festival, fue el nombre que adoptó esta entrañable agrupación infantil.

Las virtudes que atesora la legendaria princesa guanche que da nombre al grupo enaltecen las señas de identidad que irradia con su continuada dedicación esta agrupación santacrucera. Creemos que Princesa Dácil goza de sobrados méritos para hallarse incluida en la nómina de las más importantes agrupaciones de folclore de Tenerife y de Canarias, pues su veterana actividad, aquí someramente relatada, avala en exceso su derecho a ser considerada como de las mejores experiencias en el canto y baile tradicionales de las últimas décadas, sin olvidar la vertiente humana que sin duda blasona su trayectoria.