El mes de mayo, sin embargo, se publican dos entregas y se interrumpe la edición. En la Navidad de 1955 aparecerá un nuevo número, con una prosa de la propia Pino Ojeda. Se editaban en forma de pliegos y contenían una breve muestra de la poesía o la prosa de muchos de los más significados escritores insulares y peninsulares del tiempo. Cada uno de esos pliegos llevaba la firma autógrafo del escritor correspondiente, y lo ilustraba un retrato del mismo debido a la pluma de Juan Ismael González*. En el pliego dedicado a Rafael Montesinos, el retrato es de Vázquez Díaz, González Castrillo firma el retrato de Gabriel Celaya y el poema de Juan Ismael va ilustrado con el retrato que a éste le hiciera Manolo Millares. En la presentación de la primera entrega se indica que el propósito de Alisio es, por una parte, reunir una muestra antológica de la poesía española de aquel momento, con textos inéditos; y por otra, que sirviera a los escritores insulares de lugar para establecer un amistoso y renovado contacto con los poetas de otras latitudes, a fin de aliviar su forzado aislamiento. Se publicaron, entre otros, textos de Juan Ramón Jiménez y Vicente Aleixandre; de José Luis Cano y Concha Zardoya; de Pedro Lezcano* y Emeterio Gutiérrez Albelo*; de Gerardo Diego y Pedro Salinas; de Ventura Doreste* y Chona Madera*; de Leopoldo de Luis y Gabriel Celaya; de María Beneyto y Angelina Gatell; de Pedro Perdomo Acedo* y de la propia Pino Ojeda. La penúltima entrega se dedica al poeta francés, de madre española, Louis Emie. En 1952, Alisio anuncia la edición de Hombre a hombre, de Manuel Pinillos, libro que había obtenido el premio Ciudad de Barcelona el año anterior. De 1995 es la edición facsímil, en un volumen que recoge todos los pliegos de Alisio, con nota introductoria de Sebastián de la Nuez*.