Rigor y seriedad, poesía y música, pero tan intensa que la experiencia resulta divertidísima. Ese es posiblemente uno de los secretos que han convertido a este gaditano en un tipo irresistible cuando se le conoce, pues no sabemos de nadie que una vez haya escuchado una canción suya o acudido a un recital no haya sucumbido a sus encantos.
Javier Ruibal es un buscador de aromas y emociones, un perseguidor de la fábula y el ensueño. Sus canciones se nutren por igual de Oriente y Occidente, de desierto y oasis, de palmeras y asfalto urbanita, de sol y luna, de espíritu flamenco y lirismo a flor de piel. Sus letras oscilan entre la poesía arábigo-andalusí y la plasticidad carnal nerudiana. En su música se mezclan aires flamencos con melismas magrebíes, armonías impresionistas, ritmos gitanos y antillanos... Su intención es encontrar una música viva, nueva y actual donde confluyan todas esas influencias. Una música aromática y exótica donde las pasiones amorosas se relatan de una manera exuberante y arrebatada.
De todo esto podemos ser testigo si estamos en Lanzarote el próximo domingo 16 de diciembre de 2012, en el Teatro Insular de la isla conejera, a las 20:00 horas, en el acto de clausura de la II Muestra de Cine Europeo de Lanzarote. Las entradas valen 10 euros y se venden en el Área de Educación y Cultura del Cabildo de Lanzarote.
La película El molino y la cruz. La película, que también se proyectará este día, se inspira en la obra Cristo cargando la cruz del pintor flamenco Pieter Brueghel el Viejo. Se eligieron doce personajes del cuadro y sus historias se combinaron con los avatares de la creación de la tela. Majewski pintó los decorados y se utilizó lo último en técnicas digitales para incorporar a los actores al mundo de Brueghel.