El director general de Cooperación y Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias, Aurelio González, presentaba en la tarde de ayer, en el Centro Cultural de El Mocanal, el proyecto participativo que ha tenido por objeto la revalorización del conjunto de casas de colmo del Pozo de las Calcosas, en la isla de El Hierro. En el acto se visionó un dvd que registra la evolución de esta experiencia comunal, impulsada por el área de Cultura del Gobierno. La conservación de este entorno y el uso histórico de sus viviendas han permitido la permanencia de un patrimonio único como son las casas de colmo y el mantenimiento de numerosos hábitos populares y de convivencia de sus gentes, quienes han participado en el proyecto de dinamización. Esta iniciativa de integración de la comunidad, con inicio en el año 2010, ha permitido que los vecinos manifiesten sus opiniones y den soluciones a las dificultades del caserío, con el propósito de establecer líneas de acción para luchar por su embellecimiento.
A propuesta de los propios vecinos del Pozo de Las Calcosas, se impulsa en 2011 una nueva fase del proyecto, cuyo objetivo principal es difundir los valores históricos, sociales y culturales del núcleo costero de El Pozo de Las Calcosas (El Mocanal). La concienciación ciudadana y la dinamización vecinal han generado esta línea de acción y trabajo, recopilando información bibliográfica y etnográfica, para ser revisada y analizada, creando un soporte escrito y audiovisual que recoge los aspectos socioculturales del Pozo de Las Calcosas y sus gentes. La realización de numerosas entrevistas, las investigaciones bibliográficas y la grabación de las manifestaciones populares del propio caserío, conforman este documento de difusión imprescindible para dar a conocer la riqueza histórica, cultural y arquitectónica de este núcleo costero. El proyecto ha sido ejecutado por la Asociación Cultural Pinolere de La Orotava (Tenerife).
Este caserío, ubicado en la costa de Tancajote y con una antigüedad que se remonta al siglo XVII, ha tenido un uso histórico de alojamiento estacional con motivo de la explotación de los recursos costeros, de forma que la construcción y rehabilitación continuada de las casas de colmo ha sido realizada por sus habitantes. Actualmente, el caserío es utilizado como lugar de veraneo y esparcimiento, lo que ha permitido el mantenimiento de las viviendas tradicionales, pajeros con muros de piedra y techumbre vegetal, y la conservación de la técnica artesanal de colocar las cubiertas de colmo, además de una serie de costumbres populares que se han ido transmitiendo de generación en generación.