El propio Llamazares con su equipo se encuentra desde ayer lunes, 14 de enero, filmando en El Hierro, una isla cuya lucha secular contra la sequía se refleja en las leyendas e historias en torno al árbol Garoé. Hoy entrevistaban al presidente del Cabildo de El Hierro, Alpidio Armas, encargado de narrar esa lucha insular a lo largo de los últimos siglos hasta convertirse en la actualidad en referente internacional para el mundo científico gracias a la construcción de una central hidroeólica con la que pretende garantizar el autoconsumo de energía y agua utilizando fuentes limpias, agua y viento.
El presidente herreño recordó la implicación de los herreños y sus instituciones con el desarrollo sostenible desde hace décadas y cómo El Hierro trabaja en la actualidad para dar nuevos pasos en este sentido, no sólo con la cercana puesta en funcionamiento de la central hidroeólica -su proyecto más ambicioso-, sino con otros como su inclusión en la Red Internacional de Geoparques (lo que se uniría al hecho de ser Reserva Mundial de la Biosfera) y su aspiración de cara al 2020 de lograr reconvertir su parque móvil por vehículos con propulsión eléctrica, además de otros estudios sobre las posibilidades de la biomasa o del uso de la energía liberada por el movimiento marino.
Alpidio Armas informó a su vez a la cadena francesa del duro trabajo de las instituciones locales para que la isla supere los escollos de las comunicaciones con el exterior y logre al fin avanzar con un sector turístico sostenible que logre que El Hierro cuente con recursos económicos propios que garanticen el asentamiento de su población.
Los periodistas franceses tendrán la posibilidad de conocer el funcionamiento de las tres desaladoras con las que cuenta la isla de El Hierro, descender a las “entrañas” del pozo de Los Padrones en el Valle del Golfo y conocer las instalaciones de la central hidroeólica, además de visitar el Centro de Interpretación del Garoé y los sistemas de captabrumas puestos en marcha por el Cabildo de El Hierro con el fin de aprovechar, como antaño, el recurso de la lluvia horizontal que favorece la presencia constante de los vientos alisios.