Más de 6.000 personas asistieron el pasado viernes a la representación del espectáculo más importante del Carnaval güimarero, Las Burras de Güímar. La Plaza de San Pedro acogió este espectáculo único en la isla, organizado por la Asociación Cultural las Burras de Güímar y la Concejalía de Juventud del Ayuntamiento de Güímar, y que cuenta con el duro trabajo durante meses de los componentes de la Asociación cultural Las Burras. En esta ocasión la organización y dirección corrió a cargo del propio colectivo, motivando así la participación ciudadana en este evento. Cabe recordar que en esta impresionante representación participan más de 100 vecinos del municipio, quienes llevan meses ensayando y confeccionando ellos mismo el atrezo y vestuario.

Desde el Ayuntamiento de Güímar se ha hecho un gran esfuerzo económico para mantener viva esta joven tradición, que dota al acto de la quema de la sardina güimarera de un espectáculo sin igual. La Concejalía de Juventud ha trabajado durante meses junto a la Asociación Cultural de Las Burras para coordinar este evento y todo su contenido, como son los talleres, actividades complementarias, intercambios, etc. Todo ello con el objetivo de promover la participación y la integración de los jóvenes de Güímar en la sociedad del municipio. El concejal de Juventud, Carlos Guanche, quiere alabar el gran esfuerzo que ha realizado todo el equipo de Las Burras en estos meses, así como agradecer a todas las empresas, personas y entidades que han colaborado con ellos para hacer este evento cada año más grande. Además quisiera hacer una mención especial para reconocer la labor, para que no caiga en el olvido, de aquel grupo de jóvenes que hace ya 21 años, gracias a su ingenio e imaginación, confeccionaron y llevaron a cabo por primera vez este espectáculo.

Historia de Las Burras de Güímar. Esta escenificación teatral, que data de 1992, surgió con el objetivo de lograr que el Entierro de la Sardina recobrara el auge que había tenido antaño. Para ello, se recogieron algunas tradiciones relacionadas con la brujería a través del libro titulado Brujería y apariciones: historias de Seña Rosa de la escritora Mónica Díaz Tabares, como la creencia de que las brujas se podían transformar en burras para conseguir entrar en las casas de los campesinos y así poder realizar sus hechizos. Se hilvanó un guión y se creó una especie de auto sacramental que desde entonces es interpretado en el atrio de la Iglesia de San Pedro. Intervienen las brujas que se transforman en burras para realizar sus maleficios, los diablos que bajan envueltos en fuegos artificiales, San Miguel capitaneando una cohorte de ángeles pacificadores y los tradicionales dominicos del Valle de Güímar, quienes acompañan al obispo encargado de exorcizar el mal. El acto comienza en la Plaza de San Pedro Arriba: desde allí parte el cortejo de la Sardina hacia la plaza de San Pedro donde tiene lugar la escenificación y la lucha del bien y el mal.

Muestra de fotografías (Yamel León)