Revista nº 1040
ISSN 1885-6039

Puerto de la Cruz revive el ritual de Matar la Culebra.

Jueves, 14 de Febrero de 2013
Redacción BienMeSabe
Publicado en el número 457

Al ritmo de tambores y del calabazón, son, son…, decenas de escolares representaron por las calles del Casco Antiguo del municipio norteño de Tenerife el ritual contra el poder y el mal, que logró captar la atención de centenares de vecinos y turistas que se agolpaban allá donde se realizaba la representación. El también conocido como Mataculebra, con el pasar irremediable de los años, se ha convertido en uno de los géneros más interesantes y singulares de los Carnavales de Puerto de la Cruz.

 

Decenas de niños, escolares de los centros educativos de Puerto de la Cruz fueron los protagonistas del ritual en las diferentes calles de la ciudad turística. Hace ya 14 años, desde 1999, el Área de Cultura, a través del Grupo Folklórico y Danzas Tradicionales del Centro Superior de Educación de la Universidad de La Laguna, comenzó a trabajar con la población escolar infantil de Puerto de la Cruz en el rescate del Mataculebra, volviéndose a escenificar en los lugares más significativos de la ciudad, y que viene a satirizar al sistema esclavista vivido en Cuba, encarnando el mal poder en la culebra.

 

Mataculebra es un antiguo ritual que llegó a las Islas a finales del siglo XIX de la mano de los emigrantes canarios que regresaron de Cuba y cuyo origen se remonta a los esclavos africanos de la isla caribeña, llegando a formar parte ya de nuestro patrimonio cultural, dentro de lo que conocemos como folclore de emigración, en este caso compuesto por música, danza y representación escénica.

 

Durante estos años, el proyecto educativo se ha ido arraigando y contribuyendo de manera sobresaliente a la difusión de esta vieja tradición, pasando a convertirse en uno de los elementos singulares de la cultura popular y del Carnaval de Puerto de la Cruz, llegando a llamar la atención de viajeros e incluso medios de comunicación extranjeros.

 

Esta iniciativa ha permitido divulgar, impulsar y promover una manifestación cultural que, a la ciudadanía de este municipio, le provoca una sensación de pertenencia y de orgullo por haber conservado una tradición que ha llegado del exterior y que, incluso, se ha perdido en el lugar de origen. Sin duda con el pasar irremediable de los años se ha convertido en uno de los géneros más interesantes y singulares de los Carnavales de Puerto de la Cruz, en el que un grupo de jóvenes ataviados con ropas blancas y el cuerpo pintado de negro cantan y bailan al son del tambor por las calles del Casco Antiguo, que se encargan de matar a golpes al símbolo del mal y del poder que mantiene la esclavitud del pueblo.

 

 

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