Revista nº 1036
ISSN 1885-6039

Los instrumentos musicales tradicionales: elemento esencial de la identidad herreña. (I)

Domingo, 31 de Marzo de 2013
Manuel J. Lorenzo Perera
Publicado en el número 463

Era frecuente -sobre todo cuando los bailarines ensayaban en las plazas el Baile de la Virgen, en vísperas de la Bajada de la Virgen y de las fiestas de los pueblos- que los niños acompañaran la música con las denominadas chácaras de lapa, posible instrumento musical de tonación indígena

 

 

La isla de EI Hierro es la menor (278 Km. cuadrados) y más Suroccidental del Archipiélago Canario (África). Tras ser conquistada -a comienzos del Siglo XV (1402}- por el Caballero normando Juan de Bethencourt (al servicio de la Corona de Castilla), sería repoblada por él mismo con 120 colonos, después de haber vendido a gran parte de sus habitantes aborígenes como esclavos1. Algunos de los nuevos pobladores eran de origen normando y otros castellanos, en su gran mayoría procedentes -ateniéndose a similitudes culturales, folklóricas, costumbristas, apellidos...- de la "zona puente" entre Galicia, el Reino de León y Castilla.

 

Ha sido, tradicionalmente, una isla de enorme arraigo pastoril2, hecho que se aprecia muy claramente en múltiples aspectos de su rico y variado folklore musical. Lo que comentábamos anteriormente, se observa incluso en el momento de denominar a los dos grupos sociales presentes en la isla: Rabos Blancos y Negros. EI primero está constituido por los también llamados Caballeros o Señores de Valverde (la Villa Capital); se les ha dado el tratamiento de Su Merced y de Don comportándose como un grupo acaparador, minoritario, oligárquico y separatista, dedicándose, por tradición, al comercio. El resto de la población -pastores y agricultores- son los Rabos Negros, dependientes, durante muchos años, de la práctica comercial (compra y venta) desarrollada por los anteriores. Hasta nuestros días, en la Capital insular no han prevalecido los dos Casinos pertenecientes a ambos grupos sociales. Mientras el grupo de los Rabos Negros ha mantenido una postura conservadora en cuanto a la aceptación de las modas exteriores, los Blancos -debido a su más intenso contacto con el exterior- se han comportado como un grupo más explícito. En dicho acontecer, hay que destacar la labor desarrollada por los indianos cubanos; nos referimos tanto a los naturales de Valverde, como a los del campo, apelativo que designa el espacio insular que no es Villa Capital.

 

En lo relativo al folklore musical herreño3, hemos distinguido entre el tradicional o más antiguo y el reciente, en el que el papel de los indianos regresados de Cuba es fundamental y al que más adelante nos referiremos. Dentro del folklore herreño tradicional, encontramos géneros folklóricos peculiares de la isla (bailes del santo, el flaire, el tango, Baile de la Virgen, el Conde de Cabra, el canto de la meda, determinados cantares de trabajo: cogiendo higos y cortando hojas) y otros que se han conservado en El Hierro encontrándose total o casi extinguidos en las otras islas del Archipiélago (cantares de trabajo: arando, segando, moliendo; romances, loas). En dichas afirmaciones se entrevé valoraciones tales como el hecho de que EI Hierro estuvo habitada en época aborigen por los bimbaches o bimbapes, grupo humano que muestra relativas diferencias con los que poblaron las otras Islas; la procedencia de los colonos que progresivamente la fueron ocupando; el acontecer histórico y, sobre todo, en lo alusivo a las pervivencias, el aislamiento y marginación que tradicionalmente ha conocido la más pequeña de las Canarias4.

 

Instrumentos musicales característicos del folklore tradicional son el pito, el tambor y las chácaras. En el cuadro se señalan los diferentes géneros, indicándose los instrumentos que intervienen; matizándose, igualmente, cuál es su situación actual.

 

 

El tambor. En los bailes desarrollados en las antiguas casas de "colmo de centeno": el santo, el flaire, el vivo, el tango, era una mujer "la danza" (en cada pueblo solía haber una o dos), la encargada de cantar y tocar el tambor8; y lo mismo suele acaecer en las interpretaciones del baile del Conde de Cabra y de los romances. Ahora bien, en el denominado Baile de la Virgen, todos los tocadores de tambor y pito -instrumento exclusivamente masculino- suelen ser varones.

 

Son características fundamentales del tambor herreño su gran tamaño y su forma cilíndrica. Está conformado por los siguientes elementos: en primer lugar una gran lata o medio bidón que sirve de armazón. En sus extremos se coloca el cuero, sujeto al anterior por mediación de una vara de mimbre, dispuesta circularmente; el cuero es de cabra o de perro, prefiriéndose el de perro, ya que suena mejor y dura más; el cuero de perro se tenía en orines durante seis o siete días y, con posterioridad, el pelo se le desprendía con la ayuda de un trozo de cristal o con las mismas manos.

 

Sobre las varas de mimbre se disponen aros para apretar, hechos de higuera cotia con perforaciones en sus extremos, de diez en diez cm. aproximadamente, por las que se pasa, de abajo hacia arriba, una estrecha cuerda engrasada que sirve para conseguir (afinar) una mayor agudeza o gravedad.

 

Los dos palillos para golpear el tambor son de madera dura: granadillo, brezo o "haya". Es frecuente que durante la interpretación del Baile de la Virgen se toque con dureza, desafiándose los tocadores, llegando, incluso, a desfondarlos. La mujer, "la danza", toca el tambor con un solo palo, apoyándolo en el costado y sujetándolo con la mano.

 

El pito. El pito, flauta travesera de unos 40 cm. de longitud, se confeccionaba antiguamente con madera, prefiriéndose la de loro (ejemplar del bosque de laurisilva), ya que es liviana y suena bien. La vara elegida se perforaba con un hierro candente, "la vija". En los extremos de los pitos de madera se hacía un pequeño rebaje a fin de colocar, en cada uno de ellos, un aro de metal.

 

Recientemente, pitos metálicos de paredes finas y de poco peso han reemplazado a los de naturaleza lígnea, aunque sin variar en absoluto lo concerniente a lo que podríamos denominar sus elementos básicos: próximo al extremo superior aparece un orificio, relativamente grande, por el que los labios introducen el sonido; en la parte interior, un tapón de corcho sirve de elemento graduador, y en el extremo inferior se disponen, alineadamente, seis pequeños orificios -hechos con "brocas especiales"- por los que sale parte del aire emitido por el tocador, quien lo controla con los dedos a fin de lograr los sonidos requeridos.

 

Los instrumentos musicales característicos del folklore tradicional son el pito, el tambor y las chácaras.

 

Las chácaras. De gran belleza es el "repiqueteo" emitido por las chácaras de los bailarines cuando interpretan la que es, sin duda alguna, una de las danzas más bellas del Archipiélago Canario: el tango, baile de cortejo y festivo por excelencia.

 

Las chácaras muestran una forma similar a las castañuelas. Su cometido es de "majar el bajo y repiquetear el alto". Fáciles de construir, se prefiere la madera de escobón (hoy bastante escasa), utilizándose también la de granadillo, moral y nogal. El proceso de fabricación empleado es el siguiente: "Se marcan y se recortan con la azuela; le abro el cuerpo de dentro con el gobio curvo; paso la broca hecha por mí, de media luna, para dejarla perfecta; con la azuela la voy adaptando hasta que me quede menos madera para perfeccionarla con la navaja; con el cristal la pongo completamente lisa, cristal de garrafón, de botella no sirve porque no deja filo al partirlo como el de garrafón; darle brillo con la misma madera. El pobre mi padre lo hacía también"9.

 

 

Era frecuente -sobre todo cuando los bailarines ensayaban en las plazas el Baile de la Virgen, en vísperas de la Bajada de la Virgen y de las fiestas de los pueblos- que los niños acompañaran la música -no sin las correspondientes reprensiones por parte de los mayores- con las denominadas chácaras de lapa, posible instrumento musical de tonación indígena, el cual se describe en la siguiente estrofa:

 

Y hasta los chiquillos
hacen castañuelas
poniendo en dos valvas
unas piedrezuelas
.

 

Cada pueblo suele tener sus bailarines y unos cuantos tocadores, naturales o casados allí: "se es del pueblo donde se vive", así como amañados: herreros, tamboreros, artesanos de la madera, quienes se encargan de confeccionarlos. A los buenos tocadores de pito y tambor se les recuerda con énfasis, contribuyendo tal manifestación artística, cuando se posee algún defecto físico, a mejorar su condición social: "El mejor tocador de pito de la Isla del Hierro -hace unos treinta años- es David. Lo tocaba a zurdas; era sordo. Decía: yo soy sordo pero oigo. Mi hijo es el mejor tocador que hay ahora, también lo toca a zurdas"10.

 

En las fiestas, la música de pitos y tambores concentra y atrae la atención de la concurrencia. Y en las procesiones, los tocadores de dichos instrumentos se disponen en línea delante mismo de la imagen. Pitos y tambores se guardan con gran recelo y devoción, transmitiéndose patrilinealmente dentro del grupo familiar. Con frecuencia se hace alusión a ellos en las diferentes creaciones poéticas: romances, loas...

 

Decenas de danzarines
típicamente ataviados
al son de pitos armados,
castañuelas y tambores
soportando los rigores
de la fe y clemencia
que abnegada diligencia
muestran por su devoción
siguiendo la tradición
para guardar su indulgencia
11.

 

 

Notas

1. SERRA, E. y CIORANESCU, A ... Le Canarien. V. II (Texlo de Juan V de Bethencourt). Fontes Rerum Canariarum. IX. Instituto de Estudios Canarios. La Laguna-Las Palmas de Gran Canaria, 1960. Pp. 316-322.

2. En 1940, la isla contaba con 218 ovejeros. Cuarenta años más tarde, sólo con 13. Por otro lado, eI queso ha sido, duranle mucho tiempo, e incluso hoy, base esencial de las exportaciones, tal y como hemos comprobado mediante eI analisis de las hojas de exportacion que se conservan en eI Cabildo Insular.

3. Sobre eI folklore herreño, véase nuestro estudio: EI Folklore de la Isla de EI Hierro (Canarias). Ed. Interinsular. Santa Cruz de Tenerife, 1981.

4. Sobre eI particular, baste recordar que el Puerto de la Isla (de la Estaca), prometido a los herreños por Alfonso XIII en 1906, fue inaugurado en 1.960. Fue en la década de los años setenta del siglo actual [s. XX], cuando la isla contó con un Instituto de Segunda Enseñanza; hasta entonces, los únicos que podían proseguir estudios secundarios y universitarios eran los jóvenes pertenecientes a las familias más acomodadas.

5. La terminologia: "no se interpreta", "escasamente interpretada" y "vigente" hace referencia a nivel popular.

6. Los grupos folklóricos existentes en la isla son eI de Sabinosa (Frontera), fundado en 1945, y eI de Tejeguate, EI Golfo (Frontera), creado en 1977.

7. Sólo los cantares.

8. Una excepción la constituye eI Baile del Santo. En su desarrollo, "Ia danza" tocaba eI tambor y los cantares, en múltiples ocasiones, eran entonados -en sus dos variantes: el amoroso y eI verde o fuerte- por los asistentes.

9. Agradecemos dicha información a D. Eloy Quintero Morales. Taibique, EI Pinar (Frontera).

10. Información recogida en Las Casas, EI Pinar (Frontera) en 1979. David el del Pinar es además autor de uno de los toques del Baile de la Virgen, bailado como redondo.

11. Décimas anónimas alusivas a la Bajada de la Virgen. 

 

 

Este artículo  fue publicado previamente en el nº 1 de la revista San Borondón del CCPC (Diciembre de 1982). La foto de portada es en Valverde en la Bajada de 1977.

 

 

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Comentarios
Viernes, 06 de Junio de 2014 a las 20:22 pm - kety

#01 Buenas tarde soy de Sevilla y me gustaria tener unas chacaras Herreñas podria usted decirme donde las puedo comprar desde la peninsula, muchas gracias