Larry Álvarez sostiene que “es importante que los grancanarios conozcan y estén cada vez más orgullosos del valioso patrimonio con el que contamos en la isla y que fundamentalmente, como en este caso, se encuentra en las distintas iglesias que están repartidas a lo largo y ancho de Gran Canaria”.

Al acto de presentación de la restauración del Cristo Atado a la Columna de Luján Pérez en la que el Cabildo grancanario ha invertido 15 000 euros, asistieron el alcalde de la Villa Mariana, Juan de Dios Ramos, el cura párroco de Teror, Manuel Reyes, así como el propio especialista responsable del trabajo de rehabilitación, Carlos Valero. Precisamente Valero señaló que la mayor dificultad con la que se ha encontrado en el proceso de restauración de la obra de Luján, ha sido “intentar comprender globalmente los repintes aplicados en 1909 a la talla de madera que no es la empleada originalmente por el imaginero”.

Esta valiosa pieza policromada que se encuentra en el retablo colateral de La Epístola de la mencionada Basílica Mariana, luce ahora en todo su esplendor tras seis meses de intenso trabajo en los que Valero ha devuelto a la talla su unidad estética, eliminando repintes y viejos tratamientos contemplados en su soporte.

El alcalde de Teror, Juan de Dios Ramos, agradeció la “generosidad y sensibilidad que el Cabildo grancanario viene demostrando con el valioso patrimonio histórico-artístico que se custodia en la Basílica de Nuestra Señora del Pino. La restauración de esta talla que tiene más de 200 años de Luján Pérez es una demostración más”, dijo. El alcalde reconoce “que aún resta por restaurar muchas piezas del templo”, por lo que confía en que “de manera paulatina se puedan ir  acometiendo futuros procesos de rehabilitación”.

La talla de madera del Cristo Atado a la columna fue realizada por el artista José Luján Pérez (1756-1815) en 1794, constituyendo una de las mejores realizaciones de este célebre imaginero guiense, considerado como el máximo exponente de la escultura sacra en Canarias. La producción de Luján es muy amplia, ya que realizó numerosas esculturas para distintas iglesias de Canarias, especialmente en Gran Canaria y Tenerife. Algunos autores consideran que esta talla está influenciada por la imagen homónima perteneciente a la iglesia de Santo Domingo de Guzmán de Las Palmas de Gran Canaria, realizada por Tomás Calderón de la Barca. El nombre de José Luján Pérez constituye una referencia obligada en el marco de los estudios de la plástica canaria, ya que participa en una etapa trascendental para la evolución del arte en las Islas. El artista dejó una estela de discípulos en Canarias, cuyo alumno más aventajado fue el tinerfeño Fernando Estévez. Más del 70% de sus obras pertenecen al ámbito eclesiástico. Actualmente, la mayor parte de ellas se encuentran en la isla de Gran Canaria con un total de 139 obras, siguiéndole Tenerife con un total de 43.