Revista nº 1040
ISSN 1885-6039

Martirio y Raúl Rodríguez cantan a Chavela Vargas.

Jueves, 28 de Noviembre de 2013
Redacción BienMeSabe
Publicado en el número 498

Gran cita con la música y con las canciones que desgarran el alma. Hoy jueves, a las 21:00 horas en el Auditorio Insular de Fuerteventura, la cantante Martirio y el músico Raúl Rodríguez suben al escenario para interpretar De un mundo raro, un homenaje al universal legado artístico y humano de Chavela Vargas.

 

El consejero de Cultura, Juan Jiménez, señala que "recibimos con mucho entusiasmo el que posiblemente será uno de los picos culturales de este año en Fuerteventura; Martirio, incansable activista de la música y de la agitación estética, y su hijo Raúl, mitad del mítico y fugaz grupo Caraoscura y músico habitual de proyectos de gran calidad, enfrentan la reinterpretación de Chavela Vargas, una mujer que continúa siendo después de su muerte una referencia mundial como artista pero, sobre todo, como persona vital y luchadora". 

 

Las entradas están a la venta en el Centro de Arte Juan Ismael al precio de 15 euros.

 

El nuevo disco de Martirio, De un mundo raro, es una revisión del repertorio que cantaba Chavela Vargas, con quien Martirio y Raúl compartieron diversas vivencias artísticas y sobre todo, sus dos últimos conciertos en México DF y en España. Diez canciones llevadas al personal estilo que imprimen a su obra tanto Martirio como Raúl Rodríguez, que en esta ocasión abordan los temas clásicos del repertorio de Chavela, en compás flamenco. Este nuevo disco incluye las canciones "Luz de luna", "En un mundo raro", "El andariego", "La noche de mi amor", "Las ciudades", "Sombras", "Quisiera amarte menos", "La llorona", "La sandunga" y "Las simples cosas".

 

De un mundo raro tiene la virtud de convertir en dulzura todo ese extraño ámbito donde habitan las pasiones fuertes. Todo ese saber llorar del que entiende de las cosas del querer y alguna vez ha amado, nos llega a través del canto telúrico de Martirio y la guitarra "enduendada" de Raúl como un filtro de amor, un destilado del sentimiento trágico de la vida que ha conseguido hacer las paces con el destino. Ese es el sentimiento que provoca escuchar una y otra vez este disco hecho desde la devoción. Y con devoción hay que escucharlo.

 

 

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