Revista nº 1041
ISSN 1885-6039

A punto de culminarse la restauración del Cristo Atado de Luján Pérez.

Martes, 22 de Octubre de 2013
Redacción BienMeSabe
Publicado en el número 493

El Cabildo de Gran Canaria, a través de la Consejería de Presidencia, Cultura y Nuevas Tecnologias, concluirá a principios de noviembre próximo los trabajos de restauración del Cristo Atado a la Columna de la Basílica de Nuestra Señora del Pino, en Teror. Los trabajos que financia la Corporación insular tuvieron que detenerse el mes pasado debido a la celebración de las Fiestas del Pino.

 

Realizada en 1793 por el prestigioso imaginero guiense Luján Pérez, la obra, que se encuentra en el retablo colateral de La Epístola, la citada pieza está siendo reparada por Carlos Valero, después de que se detectasen daños fruto de sucesivos retoques. El trabajo de Valero, que cuesta 15 000 euros, ha venido realizándose en los últimos cinco meses, y servirá para devolver a la talla su unidad estética, así como para frenar el deterioro que sufría, eliminando repintes y viejos tratamientos en el soporte.

 

Otras. En total, el Cabildo de Gran Canaria ha invertido recientemente 47 000 euros en la restauración-conservación de varios e importantes bienes patrimoniales. Así, al Cristo Atado se suman la Virgen de Guadalupe de Moya, una valiosa pila bautismal de Valsequillo y retablos de cuatro templos de la isla.

 

Aunque de autor desconocido, la Virgen de Guadalupe (Iglesia de Moya) fue retallada también por Luján Pérez, lo que explica el valor de la pieza. La imagen presentaba un “deterioro grave” que dificultaba la compresión en su aspecto estético, según los informes técnicos. Su restauración, que ha permitido recuperar en gran medida el valor de la pieza, ha proporcionado información completa y exhaustiva de la obra.

 

En cuanto a la pila bautismal de la Iglesia de San Miguel, es una de las piezas de mayor interés del municipio de Valsequillo. De estilo mudéjar (pudo fabricarse en Sevilla, en los alfares trianeros de finales del siglo XVI), fue hecha en cerámica y está bañada en vidriado verde, pero su verdadera originalidad radica en que podría haberse empleado, junto a otra de Gáldar, para los primeros bautismos de antiguos canarios por los castellanos. La pieza aparece en el inventario parroquial de 1815 y estuvo previamente en la Iglesia de San Juan Bautista (Telde), donde fue sustituida por otra de mármol entre 1770 y 1780. De hecho, presentaba daños provocados durante aquel traslado, así como añadidos, cloruros y suciedad generalizada. Ha sido restaurada, por 10 695 euros y en cinco meses, por la especialista Cristina Ojeda, que, entre otros objetivos, trató de devolver su estabilidad y la unidad estética a la obra.

 

Por último, dentro de un plan preventivo que ha venido impulsando y en el últimamente ha invertido cerca de 12 000 euros, el Cabildo ha desinsectado valiosos retablos de las iglesias de Santo Domingo de Guzmán y Santa María de Guía, que albergan gran parte de la imaginería de Luján Pérez, así como la ermita de San Roque, también en Guía, y la Capilla de San Martín, en Las Palmas de Gran Canaria.

 

 

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