La Casa Alta de Tindaya se reconoce como uno de los edificios históricos más interesantes en la evolución de la arquitectura civil majorera, pero de su historia son pocos los datos que han llegado a nuestros días. Según su tipología, su origen se remontaría al siglo XVIII -puede incluso que al XVII-, estando su construcción probablemente asociada al poder económico de la burguesía majorera que comerciaba con la cochinilla y la orchilla. Se sabe también con certeza que la última marquesa de La Oliva, doña Nieves Manrique de Lara y del Castillo (1844-1921), se desprendió a su muerte del inmueble a través de un lote de bienes transmitidos al médico de la Casa de Los Coroneles, en agradecimiento a los servicios presatados. Desde entonces y hasta ahora, la Casa Alta de Tindaya ha experimentado un deterioro progresivo, hasta que, tras adquirir el edificio junto al Gobierno de Canarias, el Cabildo de Fuerteventura inicia su rehabilitación.
Además de recuperar los valores histórico y arquitectónico del edificio mediante su restauración, el Cabildo de Fuerteventura proyecta un aprovechamiento interpretativo, turístico y divulgativo de este espacio. Como comenta el presidente del Cabildo, Mario Cabrera, "Tindaya es un referente de Fuerteventura desde distintos puntos de vista. Por eso el Monumento Natural de la montaña, el valiosísimo legado cultural que suponen los podomorfos, y el proyecto escultórico de Eduardo Chillida se verán reflejados en el museo que será habilitado en el interior de la Casa Alta".
Pero antes de instalar este museo es necesario acometer la restauración del edificio, una tarea para la que el Cabildo destina una inversión de 388.000 euros desde sus fondos propios, habiendo comenzado las obras en el presente mes de marzo y estando prevista la duración de las mismas en alrededor de un año. Distintas área del Cabildo intervienen en este proyecto, la Consejería de Turismo que dirige Blas Acosta destinando la financiación de las obras desde el Plan de Infraestructuras Turísticas, o la Consejería de Obras Públicas que dirige Edilia Pérez en lo respectivo a la redacción del proyecto y la dirección de las obras.
Las características históricas y arquitectónicas, junto a la especial ubicación de la Casa Alta de Tindaya en las cercanías de la Montaña, son los principales valores del edificio que influyen en su adquisición por parte del Cabildo, en el año 2010. Desde la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico, y contando con la colaboración del Gobierno de Canarias en este convenio con los propietarios, la operación de compra del edificio tuvo un valor de 177.00 euros.
Características. La Casa Alta de Tindaya es un edificio de arquitectura tradicional con influencias coloniales, reconocido como uno de los inmuebles más interesantes de la arquitectura civil majorera (sus dos plantas son una característica escasa y peculiar). El inmueble goza de Protección Integral, que es la catalogación más importante tras el BIC, y se encuentra inventariado en la planificación insular (PIOF) como bien histórico-artístico. El edificio tiene una superficie de 254 m2 (359 m2 entre las dos plantas), además de un patio exterior de 205 m2. Todas estas superficies se encuentran afectadas por las obras, hasta alcanzar los 1.000 m2 incluyendo los accesos, el aparcamiento y las zonas circundantes. La parcela en que se ubica el edificio tiene unos 6.000 m2.
Cabe destacar que la Casa Alta de Tindaya encontraba enormemente deteriorada, especialmente a partir de su abandono desde mediados del siglo XX. Este deterioro se ha visto notablemente acentuado por el expolio de algunos de sus elementos arquitectónicos, muy valorados, como las vigas de madera de tea que sustentaban el solado de la primera planta -dejando las paredes exteriores de hasta ocho metros sin sustento-, o la sustracción de piezas de cantería como los sillares de las esquinas de la casa, y las jambas, dinteles, alfeizares, y quicios en puertas y ventanas.
Centro de interpretación. Se proyecta habilitar un centro de interpretación dedicado íntegramente a Tindaya, tanto en lo que respecta al proyecto escultórico y artístico de Chillida, como a la propia montaña, que cuenta la declaración de Monumento Natural, así como a uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de Canarias, los podomorfos aborígenes que Tindaya que acoge en sus laderas. En la planta baja se ubicarán los aseos, dos salas de exposición y dos habitaciones (recepción y almacén). La planta alta se destinará a exposiciones. El acceso se podrá realizar por el patio exterior que rodea la casa.
Bajo la denominación de Centro de visitantes y restauración de la Casa Alta de Tindaya, este proyecto cuenta con un presupuesto de 388.000 euros. INCOC SL (Iniciativas para la Construcción y Obra Civil SL) fue la empresa adjudicataria tras un concurso que contó con 14 propuestas distintas.
La compra por parte del Cabildo de Fuerteventura de la Casa Alta de Tindaya supone un nuevo paso alrededor del Proyecto Monumental de Eduardo Chillida en la Montaña de Tindaya, después de que hace un mes la COTMAC (Comisión de ordenación del Territorio y Medio Ambiente de Canarias) aprobara las Normas de Conservación del Monumento Natural Montaña Tindaya. Este documento concreta la normativa necesaria para la protección de los valores del espacio protegido del Monumento Natural de Tindaya, disponiendo de esta manera los preceptos básicos para su gestión.