Dado que acabamos de celebrar el Día Internacional de la Mujer queremos destacar en este programa el trabajo artesanal del calado canario, a modo de pequeño homenaje a tantas manos femeninas que han tejido parte de nuestra historia y cultura.
El origen de los calados parece estar localizado entre la frontera portuguesa y las provincias andaluzas y extremeñas, dada la similitud de determinadas técnicas, que en el desarrollo insular han encontrado una particular manera de manifestarse. En Canarias, las casas comerciales inglesas organizan esta artesanía a finales del siglo XIX, exportando su producción al mercado europeo, siendo Londres el principal centro receptor en esos momentos, además de tener el monopolio en el abastecimiento de las materias primas para la industria. El calado se convirtió así en una pequeña industria de ámbito doméstico, desarrollada exclusivamente por mujeres.
Dentro de las actividades artesanas tradicionales de Canarias los calados son considerados como uno de los trabajos más delicados y minuciosos del sector, además de ser la labor artesanal con mayor proyección en los mercados internacionales.