Precisamente en Madrid, y en la década de 1940, inicia su actividad poética, cuando toma contacto con los poetas de Juventud Creadora y participó en lo que vino a denominarse Segunda hora del movimiento postista, con Carlos E. de Ory, Eduardo Chicharro y Silvano Sernessi. Con el compositor tinerfeño Juan Álvarez García funda, también en Madrid, la peña Los Noveles. Y se vincula al grupo de la generación de 1951 (El pájaro de paja) que proponía una vuelta a la poética machadiana y a la escritura coloquial. En esas ediciones de El pájaro de paja, publicará su primer libro. Regresa a Canarias y se instala en la isla de La Palma. Más tarde, se traslada a Tenerife en donde se establecerá de manera definitiva. Aquí ejercerá su profesión al tiempo que desarrolla su actividad literaria. Después de las elecciones generales de 1978, se incorporó a la actividad política en el partido nacionalista Unión del Pueblo Canario. El Gobierno de Canarias le otorgaría la Medalla de Oro, a título póstumo. Colaborador de las revistas Mensaje (Santa Cruz de Tenerife)*, Cuadernos Hispanoamericanos (Madrid), Papeles de Son Armadans (Mallorca), Fablas (Gran Canaria)* o Liminar (Tenerife)*. Por lo que a su obra respecta, cabe destacar la novela El collar de caracoles (1981), la recopilación de sus escritos críticos, Resumen de una experiencia poética (1976), el libro de relatos Las sirenas y otras frustraciones (1989) y los siguientes libros de poesía: El paisaje contiguo (1952), La vieja casa (1953), Conquista del sosiego (1959), recopilación antológica de su obra primera, Otoño mío (1962), Operación para un nuevo día (1963), Elegía aullada (1964), Crucero de verano (1971), El visitante (1975), Cuello de botella (1976), en colaboración con su hijo Félix Francisco Casanova*, Cancionero del mitin (1977), Antología poética (1979), La destiladera (1984), Los botones de la piel (1986) y Los mejores poemas de ayer y de hoy (1988).