Desde Profesionales de las Bibliotecas de Tenerife (Probit) y la Asociación del Personal Bibliotecario de Gran Canaria (Abigranca), haciendo acopio del verso combativo y luchador de Millares Sall, queremos mostrarnos críticos un año más con la política socioeconómica y cultural actual desarrollada por los Gobiernos Autonómico y Estatal en relación a los presupuestos destinados a las bibliotecas públicas. Ya desde el pasado año no se les destinó ninguna partida económica para incrementar y actualizar sus fondos bibliográficos, a excepción de un pequeño aporte para restablecer la compra de publicaciones periódicas y seriadas en las dos Bibliotecas Públicas del Estado.
Las bibliotecas públicas municipales tuvieron que subsistir a través de las exiguas partidas consignadas en los correspondientes presupuestos municipales, a todas luces insuficientes a la hora de satisfacer las demandas de sus usuarios.
La realidad de una crisis económica y los constantes reajustes en materia presupuestaria han incidido sobremanera en este ámbito y, por ende, en todo lo relacionado con la cultura en Canarias, situación que creemos insostenible y que determina que se afronte a través de medidas efectivas para paliar este panorama desolador.
Este planteamiento se ve justificado si tenemos en cuenta que en 2013 el número de usuarios activos en la Red de Bibliotecas de Canarias (BICA) fue de 69 428 y que la cantidad de préstamos ascendió a 696 733 ejemplares en 2012 y 640 726 en 2013.
Con esta prosa reivindicativa, desde Probit y Abigranca reclamamos a la clase política que se tomen las medidas oportunas para restablecer esta partida presupuestaria, poniendo fin a esta deficitaria situación para nuestras bibliotecas y para la sociedad en general.