El acto, celebrado este martes 9 de junio en el Salón Noble, contó con numeroso público y fue presidido por la propia pregonera, el alcalde Francisco Linares y la reina y damas de honor.

El alcalde ofreció unas palabras de agradecimiento y de apoyo al ámbito cultural. Y anunció que espera contar con el apoyo unánime de la nueva corporación municipal para reconocer a Cecilia Domínguez como Villera de Honor “tal y como merece por ser orotavense de pro”.

Cecilia Domínguez ofreció un emotivo pregón que cautivó a todos los presentes, bajo el título: ‘Por lejos que me fuera, yo volvería’ que son los dos últimos versos de un estribillo que compuso a los 11 años y  fue premiado por la Sociedad Liceo Taoro en 1960. Tal parece que esos versos escondían algo premonitorio pues, nueve años más tarde, dejó La Orotava para irse a vivir a Santa Cruz. Sí, es cierto que el lugar no está lejos en el espacio, pero sí lo estuvo en el tiempo. “Un tiempo en el que la memoria fue acumulando vivencias que, un día como el de hoy, devuelvo a esta Villa que me vio nacer”, apostilló. La pregonera hizo un recorrido por sus recuerdos en la Villa vinculados a las fiestas, y sacó muchas sonrisas con sus anécdotas.

“Aún nos llegan, cercanos, el olor de la fruta, los ojos, la sonrisa, la memoria del otro, delos otros. Y mi niñez vuelve a subirse a los tejados y, bajo la vigilancia del volcán, mira hacia el mar y sueña”, con esta frase culminó la lectura del pregón.

Pedro Izquierdo y Mario Martín, profesor y alumno de la Escuela de Música Villa de La Orotava, dieron el broche de oro al evento con tres temas a timple y guitarra.