Encuentro con el poeta Tomás Morales*, que también estudia Medicina en la capital. Doreste Silva lo introduce en la sociedad literaria del momento. Aunque sus primeros artículos publicados datan de 1893, es a partir de 1901 cuando inicia su colaboración regular con la prensa grancanaria (La Mañana o Ecos); y también colabora en los diarios madrileños El Globo, El Imparcial, España o La Lectura. 1915: facilita la publicación de El lino de los sueños, de Alonso Quesada*. Ese mismo año Agustín Millares Carlo da una lectura pública de Las moradas del amor, libro que quedaría parcialmente inédito, y en 1916 hace lo propio Alonso Quesada en la Sociedad Los Doce* de la capital grancanaria. Ese año, Doreste Silva se traslada a París como secretario del embajador León y Castillo. Colabora en las revistas Nouvelle Revue y L'Amérique Latine. A la muerte del embajador (1931), permanece como funcionario de la embajada española hasta 1933, año en que regresa definitivamente a Gran Canaria. Colaborador asiduo en la prensa local, con artículos de crítica musical y literaria, se convierte en el mentor principal de las jóvenes generaciones poéticas, a través de las páginas de Hoy, del que sería subdirector, de Diario de Las Palmas, de Falange y de El Eco de Canarias. En 1967 se le concede en Premio Ansite de Poesía. Su primer libro de poesía, Primeras estrofas (1901), llevaba un prólogo de Salvador Rueda y un epílogo de Ángel Guerra*. Hosanna en el mar (1937) es un volumen misceláneo, de prosa y verso, de exaltación nacional. Del mismo año son Gran Canaria en la epopeya (Romance de ciego) y África Rubia. Poema de la Guanchida, del que solo se publicaría Romance de la isla al paso de Colón (1965). En 1968 publica Anchite llama. Dejó sin publicar: Curva, Nuevos poemas y los libros de prosa: Días de París y de la guerra y Fervores de Madrid. Compañías canarias.

Foto: Archivo de la Fedac