Aparecía semanalmente y se limitó, al comienzo, a la información económica y mercantil, relacionada sobre todo con el movimiento portuario de la provincia, derivado de la concesión del estatus de puertos francos para las Islas, asunto al cual dedica especial atención. Junto a ello, recoge noticias de tipo político y local. Así como referencia puntual del movimiento de buques en el puerto. El 7 de enero de 1853, pasa a publicarse dos veces por semana y amplía sus noticias a temas sociales y culturales. Poco después, el 2 de febrero del mismo año, se incorpora al periódico un nuevo grupo de redactores con más clara orientación cultural, movidos, como declaran, por un deseo de prosperidad para las Islas y sin que los mueva afán de lucro. Entre los nuevos redactores estacan nombres como José Desiré Dugour*, que será el nuevo director, José Calzadilla, Miguel Villalba Hervás*, Ildefonso Llorente o José Benito Lentini*. Las noticias tienen ahora un carácter más general y se refieren tanto al ámbito insular y nacional como a las que llegaban del extranjero. Se incluyó la publicación de folletones, literarios o no, y una "sección literaria", en la que por lo general se incluía una colaboración poética. Una vez desaparecido, El Eco del Comercio sería sustituido por la Voz del Teide.