Nacería con el apoyo de los miembros supervivientes de Gaceta de Arte* (Pérez Minik*, Westerdahl*, García Cabrera*, De la Rosa*o José Arozena*), durante la época en que fue director del periódico Víctor Zurita*. Pronto tuvieron espacio allí los escritores tinerfeños surgidos entre los años 1940 y 1950; y se estableció como puente natural entre ellos y la generación precedente. En los primeros años, coordinó el suplemento el crítico José Domingo, residente entonces en Tenerife. Como se leía en la declaración de principios del primer número, quería favorecer el contacto "con la creación actual" y mostrar las "preocupaciones literarias de nuestra juventud". A ello contribuiría, de modo decisivo, la figura de Julio Tovar*, director del suplemento desde 1958, con los artistas Enrique Lite y Pedro González. Será Tovar quien acoja en esas páginas a escritores nacidos en torno a los años 1920, a quienes les era difícil integrarse a la vida intelectual de aquellas primeras décadas de posguerra: generación* perdida y sin norte cuyos aportes estéticos serían decisivos para la evolución de la literatura y del arte en Canarias. Allí comienzan su andadura pública el propio Tovar, Rafael Arozarena*, Isaac de Vega*, Antonio Bermejo* o Antonio Vizcaya, Miguel Tarquis o Carlos Pinto Grote*. Pedro González o Enrique Lite también colaborarían, con artículos y ensayos sobre arte y con narraciones originales. El suplemento dedicó amplio espacio a la narrativa realista española de los años cincuenta, al teatro crítico que en la misma década despuntaba entre los más exigentes grupos universitarios, a las polémicas en torno al informalismo y la abstracción en el arte, a los aspectos del existencialismo: asuntos, todos ellos, del debate intelectual español en esos años. Frecuentaron las páginas del suplemento poetas y narradores de diversas generaciones insulares: Ángel Acosta*, Pedro Lezcano* o José María de la Rosa*. A causa de su larga duración, en el suplemento publicarían sus primeros textos Emilio Sánchez Ortiz*, Elfidio Alonso* o Arturo Maccanti*, nacidos ya en la década de 1930, pertenecientes a la que pronto se denominaría generación* universitaria de La Laguna, y entre los que también se contaba Alfonso García Ramos*, redactor del propio periódico. Tras ellos, los más jóvenes entonces: Luis Alemany*, Juan Cruz* o Alberto Omar*. El suplemento, en fin, dedicó diversos números especiales a Antonio Machado, a Valle-Inclán, al surrealismo, al movimiento "pánico" y a Julio Tovar, en tres ocasiones. El grupo de artistas y escritores reunidos en torno al suplemento, además de organizar diversas actividades culturales paralelas, creó el grupo cultural y editor Nuestro Arte*.