Revista nº 1041
ISSN 1885-6039

El origen canario de Carlos Soublette.

Miércoles, 10 de Mayo de 2017
Manuel Hernández González
Publicado en el número 678

Carlos Soublette, jefe del Estado mayor republicano de Venezuela, fue designado por el Libertador como instructor del proceso que condenaría a la pena capital a alguien con el que estaba vinculado por la sangre, como fue el general Manuel Piar.

 

 

Una de las estrategias de las familias mercantiles canarias era la de instalar a uno de sus miembros en un puerto americano para así controlar la marcha de sus negocios. Los Piar fueron un certero ejemplo de esta política. De origen italiano, se asentaron en La Laguna. El fundador del linaje fue el romano Felipe Piar, casado con la natural de Gante María del Pilar Lottín. Falleció en Santa Cruz de Tenerife en 1749 a los 61 años de edad. En 1723 había viajado a La Habana en el Nuestra Señora de Candelaria y San Cristóbal, capitaneado por Cristóbal de Graf. Su herencia arrojó un saldo de 844 064 reales al efectuarse la partición de los bienes. Su primogénito, Francisco, tras haber varios viajes a La Habana entre 1755 y 1757 como capitán y maestre de San Ginés y a Santo Domingo como capitán del paquetebote el Oriente, desde bien joven se estableció en La Habana, donde contrajo matrimonio con María Rodríguez Báez. Su hermano Fernando también desde su juventud marchó a Caracas, estableciendo su residencia en Curaçao y la propia Caracas. En esa isla holandesa tuvo relaciones con la mulata María Isabel Gómez Quemp, con la que tuvo tres hijos, uno de los cuales fue el célebre General mulato Manuel Piar. Retornó a Tenerife en los últimos años de su vida. En su testamento, fechado el 11 de mayo de 1786, no reconoce a su hijo y se considera a sí mismo como soltero y deja por heredero a su hermano Francisco1. Los documentos aportados por Landaeta Rosales y por Asdrúbal González no dejan lugar a dudas sobre ese parentesco “ilegítimo”. Manuel fue bautizado en la parroquia de Santa Ana de Willemstadt el 28 de abril de 1774, registrado como hijo natural de María Isabel, siendo sus padrinos el padre Juan Antonio de Aquino y Juana Paulina Gómez. Si bien no figura mención alguna de sus hijos en su testamento, eran evidentemente suyos, como reconoció al fallecer María Isabel, quien en su última voluntad afirmó decir que fue casada y velada con Don Fernando Piar, natural de las Islas Canarias, de cuya unión tuvo tres hijos llamados Felipe, Manuel y Juan, muertos todos para aquella fecha2. Fuera o no cierta esa aseveración que no reconoció en su disposición mortuoria el comerciante tinerfeño, esa relación fue indudable. Fernando fue capitán de buques de comercio con Veracruz y llegó a residir en Caracas en la parroquia de San Pablo en torno a 1759.

 

La tercera, Isabel María, había contraído matrimonio con Martín Soublette, comerciante francés, originario de Bayonne y vecino de Santa Cruz de Tenerife, donde trabajó muchos años como contable del irlandés La Harpe, tuvo dos tiendas e hizo varios viajes a América, siendo el último el de la Guipúzcoa a Caracas, como hemos referido anteriormente. Martín se estableció definitivamente en Venezuela a su arribo, pues alquiló el navío. En el momento de su fallecimiento estaba traficando en Puerto Cabello. Testó en su hacienda de Macuto el 19 de mayo de 1786, muriendo pocos días después, el 24, en la Guaira. Había llevado al matrimonio 3000, mientras que su mujer dio 4000 de dote. A su fallecimiento poseía una casa de alto y bajo y dos casas-tiendas en Santa Cruz. Conjuntamente con él emigraron sus hijos Antonio, comerciante en Caracas, donde contrajo nupcias en 1787 con Teresa Jerez de Aristiquieta, el padre del General Carlos Soublette, segundo presidente de la República de Venezuela, y Carlos María, que marcharía años más tarde a La Habana, donde se afincó y contrajo matrimonio.

 

El cuarto de los hermanos, Felipe Carlos, fue uno de los comerciantes más importantes de Santa Cruz de Tenerife en el siglo XVIII. Había contraído nupcias con María del Rosario Tirry y Lacy, a la que dejó su cuantiosa fortuna. Al contraer ella matrimonio con el comerciante santacrucero José Guezala el 16 de diciembre de 1795, pasó la empresa comercial a sus manos, máxime cuando apenas unos meses después, el 16 de agosto de 1796, falleció su mujer en el parto de su hija, y quedó como administrador de sus bienes. Los Guezala fueron una de las más significativas familias mercantiles. Su hermano Rafael, que también se dedicó a tales negocios, permaneció durante varios años en Caracas. Felipe Piar era dueño, junto con los hermanos Commins del Coro, que habían traspasado falsamente al grancanario Juan Jacques de Mesa para participar  en el turno de 1767 del registro de Las Palmas para la Guaira. El cabildo se opuso por entender que era una propiedad ficticia y favoreció la de los herederos de Fernando Calimano, de origen veneciano. Sus argumentos triunfaron y el Vencedor, propiedad de esa familia pudo salir rumbo a Venezuela. Fernando había nacido en el seno de un linaje erigido por dos hermanos venecianos asentados en esa ciudad a principios del XVII, Gotardo y Bartolomé Calimano Nardari. Viajó tanto a La Habana como a La Guaira en calidad de capitán y maestre del Vencedor y del Nuestra Señora de la Soledad. En 1745 y 1747 lo hizo a La Habana, mientras que en 1757 y 1765 lo efectuó a La Guaira.

 

Rita Águeda y Juana contrajeron matrimonio con dos comerciantes afincados en Santa Cruz, Juan Francisco Sarmiento y Esteban Cambreleng. Un nieto de este último, Esteban Cambreleng y Espinosa, fue Tesorero General de Hacienda del bando realista en las Guerras de Venezuela. El menor de los Piar, Pedro, emigró con 23 años a América, estableciéndose en Caracas. 

 

 

Notas

1. A.H.P.T. Leg.1423.

2. LANDAETA ROSALES, M. Procedencia del general Manuel Piar. Caracas, 1963, p.12; GONZÁLEZ, A. Manuel Piar. Valencia, 1988, pp. 20-21. 

3. Sobre los Piar, véase FERNANDEZ, D.W. “La Familia Piar”. Boletín de la Fundación John Boulton. n.º 41. Caracas, 1976.

 

 

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Comentarios
Lunes, 22 de Mayo de 2017 a las 02:19 am - carlos perez hernabndez

#01 muy interersante