Párroco en diversas localidades de Gran Canaria, en 1934 es nombrado para la parroquia de San Juan Bautista (Telde), en donde permanece hasta su muerte. Miembro de la Real Academia de Historia (1941). Comisario local de Excavaciones (1943-1954). Su actividad como historiador se centra en el pasado aborigen de las Islas y en el arte religioso insular. En 1931 publica Impresiones de un viaje por Oriente; en 1945, un apunte biográfico sobre Tomás Marín y Cubas*. Como historiador, Retablo del altar mayor de Telde (1938), El santo Cristo del altar mayor (1955), Inscripciones y grabados rupestres del barranco de Balos (1958), Vestigios de los aborígenes canarios en Telde (1958 y 2002) o Telde sus valores arqueológicos, artísticos y religiosos (1958), entre otros muchos estudios.