Solo  viaja, y de forma ocasional, a otras islas o a las antiguas posesiones españolas del África Occidental. Se relaciona pronto con otros escritores de su generación: con Antidio Cabal*, José Luis Gallardo* o Juan León; más tarde, con Pino Ojeda*, los hermanos José María y Agustín Millares*, Pedro Lezcano* y Ventura Doreste*; también con los tinerfeños Rafael Arozarena* o Carlos Pinto Grote*. Poetas todos ellos que se dan a conocer después de 1940, en la Colección para 30 bibliófilos* o Cuadernos de Poesía y Crítica*, que publicaba en Las Palmas Juan Manuel Trujillo*; en la revista tinerfeña Mensaje* y en las grancanarias Luces y Sombras* y Alisio*. También en las colecciones El Arca* o Planas de Poesía*. Poetas que acabaron por estar representados, si bien parcialmente, en la Antología Cercada*. Las dos únicas entregas poéticas publicadas por nuestro autor serán Elegía a Miguel Hernández (1946) y Poesías (1947). A partir de ese último año, se retira de la actividad pública de la literatura y, además, se autoconfina en una voluntaria inhibición que pudo tener su origen en el cese de la actividad editorial, y posterior viaje a Cuba, de Juan Manuel Trujillo, y a su tan debatida exclusión de, o renuncia a participar en, la Antología Cercada. En 1955, Paulino Posada reivindica su figura en "Juan Mederos, poeta de la magua", artículo publicado en Diario de Las Palmas, acompañado de dos poemas de Mederos. En 1965, Lázaro Santana* lo incluye en "Una breve muestra de la poesía grancanaria", en la revista malagueña Caracola. El mismo Lázaro Santana lo incorpora a su Poesía Canaria. Antología (1969) y José Quintana* recoge un poema de Mederos en 96 poetas de las Islas Canarias (Bilbao, 1970). En 1976, José Luis Gallardo titula su ponencia, en el I Congreso de Poesía Canaria*, "Comentario a la obra de un poeta olvidado. Juan Mederos, un poeta ausente en la Antología Cercada", acompañada de algunos poemas inéditos. Será, por último, Eugenio Padorno* quien -años más tarde- conozca y trabe estrecha amistad con Juan Mederos. Así, consigue reunir, en  1991, la Poesía Completa de este, publicada e inédita, junto a una carta que Vicente Aleixandre enviara al poeta en 1946. Material que -explica Padorno- le confió Mederos, a finales de 1982, con el fin de preparar la edición citada para la colección Mafasca para Bibliófilos*. Sin embargo, habría de ser en la colección Alegranza, comandada por el poeta Antonio García Ysábal*, donde finalmente se publicó. Significativo resulta que la recuperación de Mederos llegase de la mano de Lázaro Santana, de Eugenio Padorno y de Antonio García Ysábal, poetas los tres del grupo de Poesía Canaria Última*.