Revista nº 1040
ISSN 1885-6039

La Palma fue también la isla de los cartógrafos. A modo de presentación.

Lunes, 10 de Junio de 2019
Redacción BienMeSabe
Publicado en el número 787

Hace unos meses se presentaba al público este libro de Bárbara Kupka, en el que se hace una interpretación de los grabados rupestres del lomo de La Fajana (El Paso) y del caboco de Belmaco (Villa de Mazo) como representaciones simbólicas de mapas detallados. Ha sido publicado por Cartas Diferentes Ediciones.

 

 

Primera parte

En la foto siguiente, pueden ver los cerca de 20 símbolos que conforman el frente oeste de la estación de grabados rupestres de El Lomo de La Fajana, en El Paso. La autora Bárbara Kukpa ha asociado todos los símbolos de este paredón rocoso a distintos elementos paisajísticos, de modo que determinados símbolos representan montañas, hondonadas, promontorios rocosos, zonas de asentamiento y de pastoreo, fuentes o manantiales, etc. En general, esta estación de grabados rupestres posiblemente represente un enorme y detallado mapa rupestre de los indígenas.

 


Su mayor deseo sería que esta hipótesis sirva de base para la interpretación de otros petroglifos como mapas rupestres y que a partir de ello posiblemente pueda surgir un movimiento de investigación colectivo en toda la isla. "Para despertar su curiosidad, quisiera explicarles de manera detallada el posible significado de un símbolo concreto. Entre los llamados símbolos soliformes del grupo clasificado como panel 2, me interesó en primer lugar el símbolo central, coloreado de rojo, que en el año 2010 interpreté como montaña. Basándome en esta idea interpretativa, me propuse explorar a pie la montaña de la Hiedra, contigua a la estación rupestre de La Fajana, para ver si podía encontrar estructuras en el paisaje que presentaran semejanzas con los segmentos del petroglifo".

 

"Ahora quisiera invitarles a acompañarme en un paseo virtual para conocer el relieve y las zonas de asentamiento de la montaña de la Hiedra". Para ello hay que examinar los textos sigiuentes con las fotos y las zonas correspondientes del mapa topográfico en el orden marcado por los números. En este mapa la montaña de la Hiedra aparece representada solo mediante curvas de nivel y cursos de agua temporales.

 


Área núm. 1: relieve con suaves ondulaciones.

Área núm. 2: una ligera hondonada con un curso de agua temporal, un campo con afloramientos rocosos y ruinas aisladas de cabañas. Al ensancharse este pequeño valle rápidamente en sus niveles más bajos, visto desde arriba tiene la apariencia de un área triangular.

Área núm. 3: dos pequeños cortes en el relieve que se abren de forma paralela. Ascendiendo por el barranquillo de la izquierda y dejando atrás los bancales, se accede en la parte alta a un campo, a menudo verde y húmedo según la estación del año, encontrándose también cuevas de tamaño regular en la pendiente. En el otro barranquillo, abancalado casi en su totalidad, existen algunos restos de cabañas junto a un camino que lo recorre por el centro.

Área núm. 4: este rellano se encuentra en el extremo de un lomo ancho, pudiendo haberse tratado antiguamente de una atalaya o paradero pastoril.

Área núm. 5: en el lomo puede verse en primer plano la pista que conduce hacia la parte norte de la montaña, y al fondo, una zona de uso agrícola que, no obstante, aún incluyo en el área núm. 3.

Área núm. 6: el lateral derecho del barranco del Rincón es el que describo como área número 6.

Área núm. 7: la cara noreste de la montaña de la Hiedra está formada por una corta ladera cubierta de pinos.

Área núm. 8: ladera de pinar con algunas cuevas que se extiende a lo largo del flanco sureste de la montaña, por encima de los dos barranquillos paralelos con su zona agrícola (área núm. 3).

Área núm. 9: franja rectangular especialmente característica de la cara norte de la montaña de la Hiedra y dedicada a uso agrícola.

Área núm. 10: ladera de pronunciada pendiente con barranqueras y cubierta de pinar en la cara oeste de la montaña.

Área núm. 11: el lateral izquierdo del Barranco de Torres, en su zona menos pendiente colindante con la montaña de la Hiedra, aparece definido como área núm. 11.

Área núm. 12: suave hondonada con campos de hierba, afloramientos rocosos y ruinas de cabañas en la parte alta u origen del valle triangular que hemos estudiado al principio.

Área núm. 13: parte alta o cima de la montaña, cubierta en su mayor parte de pinos.

 

Finalizado así este recorrido, paso a la interpretación del grabado rupestre: para ello se cambia simplemente el mapa actual que aparece en el centro de la imagen rodeado de las fotos del paisaje por el grabado rupestre de los indígenas. Ahora comprobarán que las formas visibles del paisaje, representadas por las curvas de nivel en el mapa topográfico, también pueden asociarse de forma bastante convincente a los segmentos del petroglifo.

 


En el grabado y con ayuda de un mapa de satélite, se ha coloreado de verde oscuro las actuales zonas de pinar y de verde claro las actuales zonas de campos. Sin embargo, las áreas de color verde claro pueden caracterizar asimismo zonas de asentamiento y de cultivo de la antigua población indígena. En razón de las considerables coincidencias, podría decirse en el caso de este petroglifo que muy posiblemente se trate de la representación simbólica de la montaña de la Hiedra.

No se necesitan más explicaciones para interpretar este petroglifo, pues las ilustraciones hablan por sí mismas. No obstante, en el libro encontrarán citas textuales de distintas fuentes que describen esta y también las demás regiones, con las que poco a poco podrán comprender y formarse una idea de las circunstacias que determinaban la vida de los indígenas.

 

 

Segunda parte

Si el petroglifo que aparece en la parte inferior de esta foto realmente simbolizara la montaña de la Hiedra, ¿qué es lo que podría representar el grabado soliforme situado por encima?


En el mapa topográfico que representa la montaña de la Hiedra, podemos ver que solo su vertiente norte conecta con la siguiente montaña más elevada, ya que por su lado oeste se encuentra delimitada por el barranco de Torres, hacia el sur por el barranco de Tenisque y hacia el este por el barranco del Rincón. Por este motivo, la primera idea de la investigadora fue que este grabado podría representar el pico de Bejenado, con el que la montaña de la Hiedra limita directamente por encima.

 

La foto siguiente muestra el emplazamiento de la estación de grabados rupestres de el lomo de La Fajana al pie de la montaña de la Hiedra y por encima de esta la majestuosa elevación del pico de Bejenado.

 

 

Como la mejor vista del pico de Bejenado es la que se disfruta desde los frecuentes y largos tramos rectos de la carretera que conduce desde El Time hacia el barranco de las Angustias, quisiera comentar con más detalle esta perspectiva de la montaña.

 

 

Vista desde la zona de Amagar, la silueta de la montaña se asemeja a una cabeza de mujer o a la de un guanche o -como alguien decía a la autora- a la de un rasta de larga cabellera. Entre los salientes naturales de la ladera montañosa, el rellano marcado con el número 7 representaría el mentón de la mujer, puesto que es más alargado que los demás; el saliente número 6 sería el fino y eminente labio inferior de la boca abierta; el número 5 el labio superior; el número 4 sería la nariz, algo más alargada y que enlaza con la frente inclinada; y, finalmente, el área número 18 representaría el cráneo.

 

 

En el grabado, orientado más o menos hacia el norte, encontramos segmentos parecidos en los lugares correspondientes. Salta a la vista sobre todo el área núm. 5, en cuya esquina delantera inferior aparece grabado un pequeño círculo. La foto muestra esta vez una perspectiva de la montaña desde el sendero que, partiendo desde la Cumbrecita, recorre la cara norte del pico de Bejenado. Aquí podemos apreciar de forma mucho más clara el monolito rocoso (r = roque) situado en el extremo delantero del saliente. Este rellano o andén aún fue utilizado hasta hace poco por pastores para descolgar cabras y ovejas jóvenes en cestas y por cuerdas, porque allí podían criarse y permanecer varias semanas sin necesidad de vigilancia.

 

Aquí termina el resumen de la explicación sobre los segmentos del petroglifo. Encontrarán la interpretación de los demás segmentos y de todos los demás símbolos de la estación de grabados rupestres del lomo de La Fajana en el libro presentado La Palma fue también la isla de los cartógrafos. Según la teoría de interpretación de Barbara Kupka, la mayoría de los petroglifos de la estación de grabados rupestres de La Fajana pueden asociarse a determinadas formas del paisaje a raíz de una o varias características especiales o destacadas. Esta asociación a menudo es posible por cotejo con las curvas de nivel de un mapa, pero sobre todo a raíz de las huellas aún hoy visibles que se encuentran al recorrer o explorar a pie las regiones antiguamente pobladas por los indígenas y que pueden documentarse o probarse con citas y descripciones de arqueólogos, como sucede en el caso de caminos antiguos, cuevas, ruinas de cabañas, asentamientos y abrigos pastoriles temporales, zonas de pastoreo con paraderos pastoriles, etc. Estos elementos topográficos visibles pueden haberse representado con los segmentos que caracterizan los distintos petroglifos.

 

 

Aparte de esto, otros símbolos de esta estación de grabados rupestres podrían demostrar, como testimonios gráficos, la existencia de manantiales o fuentes y de sistemas de aprovechamiento o explotación de agua que, en parte, aún continuaron utilizándose hasta entrado el siglo XX.  En virtud de estas y otras observaciones recogidas, la procedencia de algunos adelantos de los que hoy suponemos que fueron introducidos por los españoles en la isla, podría remontarse incluso a los antiguos indígenas.

 

 

Comentarios
Jueves, 20 de Junio de 2019 a las 17:50 pm - Juan Álvarez

#01 Siempre he sostenido que estos grabados en la Palma eran mapas que representan accidentes del terreno (valles, montañas, poblados, etc.), Y parece que no soy el único.