Revista nº 1040
ISSN 1885-6039

El Rancho de Ánimas de La Aldea (y II): características, transcripción, análisis y evolución musical a través de tres versiones. (Incluye VÍDEO)

Viernes, 15 de Marzo de 2019
Stefan Navarro Ojeda
Publicado en el número 774

Una de las características principales y únicas del Rancho de La Aldea es el uso de la flauta de caña, como reclamo para avisar a la población de que el Rancho va a actuar. La guitarra se utiliza como instrumento de percusión debido a que no se afina, simplemente se rasguea.

 

 

(Viene de aquí)

 

 

A lo largo del estudio del repertorio del Rancho de La Aldea, nos hemos posicionado ante esta manifestación viva con el fin de identificar y analizar sus aspectos musicales característicos. Para ello hemos recopilado las diferentes versiones que existen a partir de la última década del siglo XX y hemos llevado a cabo una grabación actualizada y, así, hacer una transcripción a notación musical del repertorio. Además, hemos analizado la posible evolución de esta manifestación a lo largo de las últimas décadas. Todo ello bajo un estudio donde se recogen los valores musicales del repertorio.

 

En nuestro trabajo de campo y posterior estudio han sido importantes no solo los documentos y las monografías consultadas, sino también son los informantes, y en concreto los intérpretes, portadores del repertorio que, a través de la oralidad, se ha ido transmitiendo de generación en generación.

 

A lo largo del siguiente texto profundizaremos en diversos aspectos musicales, tales como: transcripción, análisis, características principales y posible evolución del repertorio, con el fin de ofrecer una aproximación actualizada.

 

Características generales del repertorio estudiado. El repertorio estudiado tiene tres vertientes literarias: por un lado están los cantos vinculados a las Ánimas, en los que se expresa la devoción y el respeto hacia los difuntos. A continuación podemos apreciar un fragmento de una letra vinculada a esta práctica.

 

 

A las Ánimas benditas
que bien que lo necesitan
por si estuvieran en pena
que salgan las pobrecitas.

 

Cuadro 1: letra vinculada al ciclo de Ánimas

 

El siguiente estadio, de las letras utilizadas dentro de esta manifestación, son las vinculadas a la Navidad, en las que se entonan melodías propias con esta época anual.

 

 

En el portal de Belén
hay un farol encendido,
son los pastores que vienen
a ver al recién nacido.

 

Cuadro 2: letra vinculada al ciclo de Navidad

 

Por último destacamos los cantos improvisados, en los que el cantante solista (cantante de alante) es el encargado de realizar las improvisaciones, llenas de imaginación. Estas improvisaciones pueden ser de diversa temática, aunque cabe destacar las que se hacían a los enamorados o pretendientes.

 

 

Estos pichones
se están arrullando
las pajas del nido
la están ajuntando.

 

Cuadro 3: letra vinculada a las improvisaciones

 

La estructura del canto está dividida en dos partes diferenciadas, tanto por la música como por la métrica. La primera sección es conocida como la copla, y es la parte que inicia el canto (carácter introductorio). Es la más corta del canto, y se desarrolla en una estrofa. En cuanto a la música, destacan dos semifrases en forma de arco melódico con relación músico-textual silábica, aunque con un gran melisma al final de cada semifrase.

 

La segunda sección es conocida como la desecha. Su función es finalizar el canto, siendo la parte que más se alarga, y se puede desarrollar en varias estrofas. La música de esta parte está compuesta por dos arcos melódicos descendentes, con un desarrollo -en su mayoría- a partir de grados conjuntos.

 

Debemos matizar que las dos secciones estructurales del canto (copla + desecha) se interpreta sin interrupción, es decir, las dos van unidas. La música de este Rancho es la misma, sea para el ciclo de Ánimas como para el de Navidad.

 

Una de las características principales del Rancho de Ánimas de La Aldea es el uso de la flauta de caña, utilizada como reclamo para avisar a la población de que el Rancho va a actuar. Entre los instrumentos musicales destacan: panderos de varios tamaños, espadas (barras de acero), castañuelas y guitarra (como instrumento de percusión debido a que no se afina, simplemente se rasguea al ritmo de los demás instrumentos de percusión); existe un pandero de grandes proporciones en el que se aprecian sonajas, cascabeles y campanillas, creando una sonoridad peculiar y original.

 

Nos encontramos, por tanto, ante una manifestación músico-cultural de tradición oral donde la música es vocal con acompañamiento instrumental, existiendo un solista y un coro mixto (aproximadamente doce cantantes) que se alternan de forma responsorial. Las edades de los intérpretes oscilan entre los nueve y los ochenta años; el tratamiento de esta música es monódico debido a que, aunque se utilice coro, se sigue una única línea melódica (al unísono). El estilo vocal que se utiliza en este repertorio es un canto melismático (corresponde una sílaba a varias notas musicales), el cual los intérpretes lo impregnan con un carácter melancólico, monótono y lastimero.

 

 

Transcripción. Dentro de los diferentes objetivos propuestos en este estudio destacamos la transcripción a notación musical de los materiales sonoros recopilados, correspondientes al Rancho de Ánimas aldeano, debido a la importancia que este recurso tiene a la hora de estudiar la música de tradición oral, como es el caso. No obstante, debemos tener en cuenta que, aunque la transcripción describe de forma metodológica el elemento sonoro, existen motivos y matices propios de este tipo de manifestaciones musicales que son prácticamente imposibles de transcribir.

 

- Ostinatos rítmicos transcritos provenientes de la percusión: en la ilustración 1 podemos comprobar la rítmica que emplea parte de la percusión. En este caso se trata de los panderos pequeños, los panderos medianos y la guitarra. La primera corchea del ostinato, así como la tercera, es a la que más intensidad se le da, siendo una especie de acento musical que sirve a los propios intérpretes para no perder la rítmica del canto.



Ilustración 1: ostinato rítmico transcrito perteneciente a la parte que realizan los panderos pequeños, panderos medianos y guitarra

 

Este ritmo se ve involucrado en otro ostinato rítmico interpretado por los panderos grandes y la espada (ilustración 1). En este caso los dos tiempos, pertenecientes a las dos negras, se interpretan a través de un redoble (tanto de pandero como de espada), realizando un golpe o toque seco en los dos tiempos pertenecientes a las corcheas. Una de las características fundamentales es la forma en que empieza, tanto la percusión como la flauta, con respecto al canto. Por una parte la percusión comienza en el compás de 2/8 seguido el de 3/8 y 2/8, mientras que el canto empieza en el compás de 3/8 y seguidamente se unen los otros dos compases de 2/8.

Ilustración 2: ostinato rítmico transcrito perteneciente a la parte que realizan los panderos grandes y la espada

 

Una vez más se comprueba la importancia del acento musical de los tiempos correspondientes a las corcheas, junto con el silencio de corchea, el cual sirve de respiro para retomar de nuevo el ostinato rítmico.

 

- Melodía transcrita expuesta por la flauta: la flauta de caña es la anunciadora de que el Rancho de Ánimas se dispone a tocar. Tiene un papel destacado y llamativo, debido a que ningún otro rancho de todo el Archipiélago Canario utiliza este instrumento como motivo introductorio en esta manifestación músico-cultural.

Ilustración 3: patrón melódico perteneciente a la parte interpretada por la flauta

 

- Melodías transcritas expuestas por el cantante principal y el coro (pregunta-respuesta):

Ilustración 4: patrón melódico perteneciente a la primera parte cantada (copla)

 

Dentro de este patrón melódico existen dos partes: la primera se divide de la segunda a través de un melisma (pertenece una sílaba a más de tres notas musicales) seguido de un silencio, repitiéndose esta sucesión al final de la segunda frase.

Ilustración 5: patrón melódico perteneciente a la segunda parte cantada (desecha)

 

Al igual que en la primera parte del canto, hemos transcrito el motivo melódico que, de forma constante, se repite hasta llegar al final de la letra. Este patrón melódico se diferencia del anterior debido a la disposición de sonidos, así como a la línea que describe la melodía.

 

 
Actuación en la basílica del Pino de Teror (2008)

 

 

Análisis de la música del Rancho de Ánimas de La Aldea. A lo largo de este apartado se ofrecerá un estudio musicológico del repertorio del Rancho de La Aldea, con el fin de ofrecer las características musicales propias de esta manifestación, ofreciendo unas conclusiones definitorias.

 

- Sistemas melódicos: los sistemas de organización melódica, dentro de la música de tradición oral, es uno de los temas más comunes de discusión y debate en congresos musicológicos. Tal como afirma Miguel Manzano: Los modos mayor y menor (…) han sido casi el único sistema de organización melódica sobre el que se ha basado la producción musical culta (…). Pero conviviendo con este sistema ha pervivido también en la tradición oral y en el canto gregoriano otros sistemas de organización melódica mucho más antiguos, que aparecen unas veces en estado puro y otras veces contaminados en alguna medida por el sistema.

 

En la última parte de la anterior cita, Miguel Manzano se refiere a la música modal, la cual se basa en normas diferentes a los otros sistemas melódicos. Pero, desde nuestro punto de vista, aunque la música tradicional en España tenga las raíces en la lírica medieval, podemos afirmar -después de haber estudiado este repertorio y a pesar de sus orígenes modales y de que el canto se transmita a través de la oralidad- que la música de tradición oral se tonaliza a través de los intérpretes e instrumentos, tal como afirma por su parte Juan Carlos Asencio.

 

Si estudiamos este repertorio a través de la metodología anteriormente expuesta, podemos comprobar que esta melodía se encuentra dentro del modo de Mi o Mi Modal. En este caso se trata de un Mi cromatizado, siendo el más característico de la música de tradición oral española. En la primera parte melódica (véase ilustración 3) contiene un ámbito reducido, así como cromatización en los grados II, III y VI, con la cuerda recitativa en La. Lo que está claro es que coincide la primera nota con la nota final (Mi), existiendo tres alteraciones el Fa#, Do# y el Sol #.

Ilustración 6: modo de Mi cromatizado

 

Por otra parte, esto nos puede llevar a otra posible perspectiva, vista esta melodía como La M, siendo el Mi la dominante de La. Es por esto que estamos ante un repertorio en el que no hay una definición clara en cuanto al sistema modal o tonal. No olvidemos que dentro de esta manifestación existen dos melodías claramente diferenciadas (ilustración 3 e ilustración 4), teniendo características comunes como las alteraciones, pero también otros elementos en los que no coinciden, como por ejemplo el desarrollo de la frase. Lo que sí es cierto es que estamos enmarcando en unos sistemas diferentes a este tipo de música que, por el contrario, no se rige por reglas ni jerarquías. Tal como afirma Amaya García: el sistema de afinación habitual que parece estar presente en la mente de los estudiosos del repertorio tradicional español nunca es mencionado explícitamente, pero podemos presuponer, sin temor a equivocarnos, que es el temperamento igual de 12 semitonos iguales por octava.

 

En nuestro caso es evidente que el estudio que hemos llevado sobre el repertorio lo hemos trasladado al pentagrama a través del sistema de afinación del temperamento igual, pero ¿sigue el cantante el temperamento igual a la hora de cantar, o se basa en otro tipo de sistema? La respuesta es que dichos intérpretes no utilizan ningún instrumento musical o soporte que esté afinado bajo el temperamento igual, y que -por el contrario- se rigen por su oído natural.

 

Pero esto no acaba aquí, ya que a lo largo del siglo XX -por de los medios de comunicación como la radio o la televisión- se fue instaurando la música afinada a través del temperamento igual, adaptándose las melodías tradicionales al nuevo sistema de afinación o -tal como lo nombra Amaya García- a la nueva cultural musical. Así que, en definitiva, con esto hemos pretendido mostrar las distintas posibilidades que nos hemos encontrado a la hora de estudiar los sistemas melódicos del repertorio perteneciente al Rancho de Ánimas de La Aldea. Es posible que este apartado quede poco concluyente, aunque evidentemente es un aspecto que se profundizará en futuras investigaciones.

 

 

Evolución musical del repertorio estudiado a través de tres versiones. El estudio de variantes musicales de un repertorio concreto puede ser útil debido a que nos da información sobre los posibles cambios que ha sufrido dicha música (evolución), así como sobre la forma de interpretación en el periodo analizado. Existen diferentes teorías en torno a cómo se transmite la música de tradición oral y cómo puede variar o cambiar en este proceso.

 

Debido a la disponibilidad que hemos tenido para acceder al archivo sonoro del Proyecto Cultural de Desarrollo Comunitario de La Aldea, y después de haber realizado la grabación de campo, hemos creído oportuno llevar una comparación del repertorio del Rancho de La Aldea a lo largo de más de tres décadas (de 1991 a 2013). La grabación más antigua está datada en el año 1991, llevada a cabo por el Proyecto en la parroquia de San Nicolás de Tolentino el 8 de diciembre. No olvidemos que fue en esta época cuando el Rancho de La Aldea se recupera después de estar más de treinta y cinco años inactivo. La primera impresión que nos transmite esta grabación es la velocidad utilizada en la primera parte (flauta), que poco a poco se va ralentizando, a medida que entra el solista. Otro de los puntos subrayados son las intervenciones entre el solista y el coro. En esta ocasión, en la copla, el solista entona un verso repitiendo el segundo junto con el coro. También existe algo parecido en la desecha, entonando el solista tres versos uniéndose el coro en el cuarto junto con el propio solista. A lo largo de la grabación podemos comprobar cómo el coro interviene en ocasiones de forma esporádica. Esto se puede deber a la falta de sincronización entre el grupo o a los propios nervios del momento. En cuanto a la percusión, podemos observar la presencia de castañuelas, que en la grabación de 2013 no aparecerán.

 

La segunda grabación es del año 2002, realizada también por el Proyecto Cultural aldeano. Desde el primer momento se aprecia el sonido y ritmo de la guitarra, siempre desafinada, acompañada por panderos, triángulos, espada y castañuelas. Debemos matizar que en este caso, al igual que en la primera grabación, el texto pertenece al ciclo de Ánimas, concretamente el tercer ejemplo (grabación de 2013) perteneciente al ciclo de Navidad. En este caso, el tempo utilizado es el más lento de las tres grabaciones, aunque se acerca al desarrollado en la tercera. En cuanto a la estructura de la letra, tanto la copla como la desecha coinciden exactamente con la grabación más reciente (2013) perteneciente al ciclo de Navidad.

 

En cuanto a la última grabación, ya la hemos analizado en los puntos anteriores. La diferencia más destacada es el texto, vinculado a la Navidad.

 

Después de escuchar y analizar auditivamente las tres grabaciones podemos concluir que la primera es la que más se aleja de las restantes. Esto se puede producir, tal y como ya comentamos, debido a que la fecha de la grabación es próxima a la recuperación del rancho, con lo cual puede que los intérpretes tuvieran dudas a la hora de afrontar el canto. Además, se hizo en un encuentro de ranchos frente al público (al contrario que las otras grabaciones, que se hicieron sin público), con lo que entendemos que es un hándicap para los intérpretes debido al posible miedo escénico.

 

En relación a las siguientes grabaciones, se aprecia cómo la agrupación ha madurado en el sentido organizativo, ya que en ningún momento los intérpretes dudan en las diferentes entradas de las partes del coro o del solista. En cuanto al repertorio, podemos afirmar que ha sufrido un cambio en la estructura músico-textual a lo largo de estas tres décadas; la rítmica, al igual que los sistemas melódicos, han permanecido inalterados con el paso de los años. Por otra parte, los miembros del Rancho de Ánimas han ido transformándose, debido a que han desaparecido integrantes y han surgido nuevas generaciones.

 

Por tanto, podemos concluir que la música del Rancho de Ánimas de La Aldea ha evolucionado desde que se recuperó en 1991 y hasta el 2013, pero sin lugar a dudas todas las grabaciones recopiladas encierran unas características e identidad concretas respecto a otras manifestaciones, e incluso a otros ranchos de las Islas Canarias.

 

 

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