Revista nº 1041
ISSN 1885-6039

La huella del turismo en Guía: fondas, hoteles y casas de huéspedes. (I)

Domingo, 15 de Septiembre de 2019
Sergio Aguiar Castellano
Publicado en el número 800

Guía de Gran Canaria, a pesar de no haber contado con una cantidad de turistas importante que la visitaran a finales del siglo XIX y primeras décadas del XX, sí tuvo la suerte de acoger entre ellos a algunas mujeres viajeras-turistas, que dejaron reflejada su estancia a través de sus relatos y cámara fotográfica.

 

 

Como ha indicado el profesor y especialista en la historia del turismo en Canarias, Nicolás González Lemus: Una de las razones por las cuales se desarrolló el turismo en las islas Canarias fue la salud. A partir de la década de los ochenta del siglo XIX, miles de personas empezaron a frecuentar las islas para curar o aliviar enfermedades reumáticas, cutáneas, pero sobre todo respiratorias, entre las que destacaba la tuberculosis. Además de las cualidades climáticas y medioambientales de las Islas, el desarrollo del turismo se produjo en un momento histórico concreto donde confluyeron varias causas. Entre ellas destacaría el desarrollo de las comunicaciones marítimas con las Islas y la costa occidental de África.

 

La infraestructura turística en la comarca por entonces era bastante escasa. La condición de Guía como sede del Partido Judicial de la comarca Norte de Gran Canaria, y sede entre otros organismos del Juzgado, Notaría, Registro de la Propiedad y del Regimiento de Milicias, hizo que desde época muy temprana contara con alguna fonda, dado el trasiego de gente que suponía tener estas instituciones en la por entonces denominada Villa de Guía (recibirá en título de ciudad en 1871). Guía de Gran Canaria, a pesar de no haber contado con una cantidad de turistas importante que la visitaran a finales del siglo XIX y primeras décadas del XX, sí tuvo la suerte de acoger entre ellos a algunas mujeres viajeras-turistas, que dejaron reflejada su estancia a través de sus relatos y cámara fotográfica.

 

Antecedentes. Antes de que el turismo hiciera presencia en Canarias, ya existían alojamientos donde los viajeros podían dormir y comer, las antiguas fondas, establecimientos públicos, de categoría inferior a la del hotel, donde se daba hospedaje y se servían comidas, las cuales -por los relatos que se han conservado- tuvieron fama en Guía, contando además con reconocidos cocineros, como se verá. En la década de los años 50 y 60 del siglo XIX ya se tienen noticias de fondas aquí. Un ejemplo es la apertura de una de ellas en el mes de junio de 1866, de lo que la prensa editada en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria se hace eco.

 

Anuncio de apertura de una fonda en Guía. Periódico El País 26 de junio de 1866.

(Nevería: casa o tienda, a manera de café, donde se hacían y vendían bebidas heladas o refrescos).

 

Por esos años tenemos noticias, a través de las memorias de Julián Cirilo Moreno Ramos (Ingeniero Técnico en Obras Públicas), de otra fonda en Guía. El mentado nació en Tenerife en 1841, pero pasó parte de su niñez y juventud en Guía. Cirilo Moreno cuenta, de manera jocosa, que por el año 1868 visitó el pueblo con el propósito de ver la posibilidad de construir un muelle en la zona de El Río, en Llano de Parras, que fue denominado como puerto de El Tapete:


A la llegada, espléndida cena encontré preparada en casa del Toro, fondín de aquel tiempo, donde se comía al estilo de Cuba, guisándose bajo la dirección de la esposa «Seña» Benigna, que de allí era [.…]. ¡Pero qué día aquel siguiente! [...] como el almuerzo, que era al medio día, tenía cierto carácter oficial, desde luego presentía el menú que tenía que ser obligado en estos casos, y era corriente tanto en la ciudad como en los campos que se estiman en algo; y Guía era capital de Partido y a más cabeza de batallón, y debía estimarse. He aquí el menú de referencia:

Cherne a la sancochada con pommes de terre arrugadas.

Cabrito roti a la escabechada con petits raves.

Lait espesa a la Calaboso y Paso.

Sauce: mojo verrneil a la poivre.

Aide mets: gofio au poing á l’eau.

Fruits: tunos a la Montaña Alta,

Liqueurs: ginebra a l ‘oiseau. Vino del Monte aprés nature.

 

Cirilo Moreno nos aporta, con buen humor, el tipo de comidas que por entonces se servían en Guía, en este caso concreto cita la fonda de José María Toro García y Benigna Sosa Medina, que por esos años estaban empadronados en la calle de los Herreros n.º 4 (hoy calle Eusebia de Armas Almeida, donde está el Ayuntamiento).

 

Una década más tarde, y en torno a 1877-78, el matrimonio formado por Bernardo Ruiz Barceló, natural de Murcia, y María del Toro Socorro, de Teror, tienen otra fonda en Guía, situada junto a la Plaza Grande, esquina con la calle de la Cruz (hoy Marqués del Muni) y con la calle de la Carrera (hoy Médico Estévez). Era un edificio que albergaba por un lado la fonda y por el otro el Casino Democrático de Guía, y que en 1895 sufrió un incendio. En esta casa, por entonces propiedad de la familia Acedo, Bernardo Ruiz tuvo la fonda hasta el mes de febrero de 1881.

 

Fiesta de Las Marías. A la derecha, edificio donde estuvo esta fonda

 

Hotel-Fonda Artiles. En torno a 1875 se instaló en Guía, en la calle del Agua n.º 4 (hoy Luís Suárez Galván), el comerciante Francisco Artiles Fabelo, nacido en Mogán en 1852, junto a su esposa Francisca Barrera Santana, que era de Santa Brígida, abriendo una tienda de “venta al por menor de aceite y vinagre”. Este matrimonio tuvo una nutrida prole, exactamente ocho hijos: María del Pino, Antonio, Francisco, José Ángel, Juana María, Rafael Luis, María Dolores y Ana. Será en febrero de 1881 cuando Francisco Artiles sustituya a Bernardo Ruiz al frente de la fonda que aquel explotaba, en el edificio ya citado, junto a la Plaza Grande.

 

Carta fechada el 10 de marzo de 1881 de Pedro Bautista Hernández, procurador y administrador de los bienes de la famila Acedo en Guía,

dirigida a Isidro Acedo Martinón (Archivo Municipal de Guía. Fondo Pedro Bautista)

 

En esta fonda pernoctaron viajeros y turistas a su paso por Guía, entre otros la famosa viajera inglesa Olivia Stone, en noviembre de 1883, que en su libro Tenerife y sus seis satélites describe la ciudad y el paisaje: Hay una fonda bastante  buena en Guía, a la que llegamos a las 4:30 p.m. [...] La cena resultó buena y después salimos y llevamos a cabo algunas visitas para entregar nuestras cartas de representación […] la fonda se encuentra a 550 pies sobre el nivel del mar por lo que, naturalmente, Guía debe ser más fresca que Las Palmas […] Subimos a la azotea […] no nos sentimos decepcionados porque la vista es realmente magnífica. Mirando hacia el mar, el paisaje directamente delante de nosotros se encuentra invadido por el Pico de Gáldar […]. A su pies se extienden verde campos […] La llanura está muy cultivada con cactus de cochinilla, maíz y caña de azúcar, y salpicada con palmeras que parecen centinelas. Ante nosotros se extiende la próspera ciudad de Guía...

 

Retrato de Olivia Stone y panorámica de Guía a finales del siglo XIX. Foto de Carl Norman (FEDAC)

 

 

1886 nuevo Hotel Artiles. Francisco Artiles, en el mes de marzo de 1886, traslada la fonda a un nuevo edificio justo enfrente, también propiedad de la familia Acedo, abriendo según la prensa de la época un hotel en un magnifico edificio, frente a la plaza, conteniendo preciosos jardines y lujosos departamentos. En 1888 la viajera S. France Latimer escribirá que en Guía hay varios hoteles y que muchos turistas, cuando visitan la zona Norte de Gran Canaria, suelen pasar la noche en Guía y regresan a Las Palmas al día siguiente.

Periódico El Liberal de 20 de marzo de 1886 (El Museo Canario)

 

Guía turística Brown. Es a partir de esta época cuando el turismo en Canarias aumenta considerablemente, y comienzan a editarse las primeras guías turísticas de la mano de Alfred Samler Brown, que llegó a las Islas en 1888 para la convalecencia de una enfermedad bronquial. El historiador Nicolás González Lemus escribe sobre la Guía Brown y ha indicado que: A él se le debe la primera guía de estas características sobre Canarias en lengua inglesa. Era una exhaustiva descripción de cada una de las islas y un compendio práctico para el uso de los enfermos (invalids) y de los turistas. A los primeros les proporciona una gran información sobre las condiciones meteorológicas de los lugares donde podrían residir, a la vez que hace un llamamiento a los médicos para que realizaran un cuidadoso estudio de la naturaleza de cada uno de los diferentes pueblos antes de enviar a sus pacientes. A los segundos, valiosa información a través de mapas para visitar mejor el archipiélago. Para cumplir tal propósito no solamente se detendrá a describir los lugares más importantes de las islas, sino que las recorrió hasta alcanzar los puntos más alejados de cada una de ellas. En este sentido el mérito del trabajo de Samler Brown es acercarnos a la realidad de unos pueblos totalmente distantes y muy poco frecuentados, incluso por los isleños. Espléndidamente escrita, constituye un fascinante recorrido por geografía insular.

 

La  primera edición se hizo en 1889. En enero de 1890 se publicaría la segunda, la tercera en 1894 y en 1932 la última. Por lo tanto, abarca el periodo que va de 1889 a 1932. Samler Brown iba actualizándolas con la incorporación de nuevos comentarios de interés para los viajeros. La guía hace un recorrido por todos los pueblos de Gran Canaria, y en el caso de Guía informa de la existencia de la Fonda de Francisco Artiles, indicando que es bastante buena y con habitaciones grandes, constando sobre 8 pesetas en 1898.

 

Información de Guía de Gran Canaria en la guía turística Brown (1898)

 


A la derecha de la foto el Hotel Artiles inaugurado en 1886 y a la izquierda el edificio donde estuvo la primera Fonda de Artiles, entre 1881-1886 (Foto FEDAC)

 

En 1892 John Henry Townsend Ellerbeck redacta una segunda edición de una guía turística de Canarias y Madeira con el título de A guide to the Canary Islands calling at Madeira. En ella, con respecto a la ciudad de Guía de Gran Canaria informa de que: Guía es una ciudad bonita, tiene dos fondas “la Fonda Nueva” cerca de la carretera y la más antigua junto a la Alameda. Esta última quizás sea preferible 5 chelines por día.

 

1893: Alice Carter Cook en Guía. A finales de 1893 visitó Gran Canaria Alice Carter Cook, una botánica estadounidense, quien en 1888 recibió de la Universidad de Syracuse (New York) el primer doctorado en botánica otorgado a una mujer por cualquier universidad norteamericana. La señora Cook pasó en dos ocasiones, 1893-1894 y 1897, una larga temporada en Guía, hospedándose en la Fonda Artiles. En ambas estancias se dedicó a recolectar plantas y flores por la comarca, especialmente en Guía y Los Tilos. Fruto de su trabajo se conserva en el Museo Americano de Historia Natural (Sminthsonian). un libro de campo que contiene una lista de muestras de especímenes botánicos que Alice Carter Cook recolectó en Gran Canaria y Tenerife desde noviembre de 1893 a junio de 1894, y de enero a octubre de 1897.

 

Ejemplar de “Bidens pilosa” que según las anotaciones de Alice Cook fue recogido cerca del Barranco de Guía en el mes de diciembre de 1893

(foto del Museo Americano de Historia Natural (Sminthsonian)

 

Pero Alice Cook también en esos meses tomó, con su cámara, diversas fotografías en Guía, que por suerte se han conservado en la Biblioteca de la Universidad de Chicago (Special Collections Research Center, University of Chicago Library). en los Estados Unidos de América, dentro del fondo documental que lleva el nombre de su marido, el también biólogo Orator F. Cook. Las imágenes tienen un gran valor, pues de esos años de 1894-1897 apenas se han conservados fotografías relacionadas con Guía, y gracias a estas fotos podemos conocer a Francisco Artiles y su familia, retratadas por Alice Cook en el jardín de la fonda.

 

Familia Artiles en el patio-jardín del hotel. (Orator F. Cook, Papers. Special Collections Research Center, University of Chicago Library)

 

Reverso de la foto, que indica: una típica familia española de clase media. Señor Francisco Artiles, Señora Artiles, Pino, Antonio, Pancho, Juana, Luis, Anita, Manuel

 

Panorámica de Guía de Gran Canaria entre 1894-1897

(Foto propiedad de: Orator F. Cook, Papers. Special Collections Research Center, University of Chicago Library)

 

El Hotel o Fonda Artiles se consolida partir de la década de los años 90 del siglo XIX como lugar de encuentro y celebraciones, sobre los que en muchas ocasiones los periódicos de la época publican algunas noticias. Así por ejemplo en el mes de abril de 1894, con ocasión de la visita a Guía de los generales marqués de Ahumada y Alaminos, informan: La entrada en Guía fue soberbia - dice nuestro cronista.[…] Los generales Ahumada y Alaminos con sus ayudantes, fueron alojados en el Casino, decorado con el mayor lujo no exento de exquisito gusto y sencillez y los demás oficiales pasaron a la fonda instalada en Guía, y ocuparon habitaciones preparadas con la debida antelación. Después de un buen almuerzo, procedió el general a revistar la compañía […] En los espaciosos comedores del Hotel se verificó en las primeras horas de la noche el banquete oficial No entraré a describir el hermoso aspecto que presentaba el local, baste decir que la estética se había cumplido al pié de la letra, y que el acto revistió verdadera magnificencia. Hubo brindis elocuentes é inspirados, del médico Sr. Estévez, de los diputados provinciales Martín Bento, Bautista y Bethencourt Armas, del cura párroco y general Alaminos... (Diario de Las Palmas, 9 de julio de 1894).

 

Plaza grande de Guía. 1897 

(Foto propiedad de: Orator F. Cook, Papers. Special Collections Research Center, University of Chicago Library)

 

Grupo de gente de Guía, sentada a la izquierda Pino Artiles

(Foto propiedad de: Orator F. Cook, Papers. Special Collections Research Center, University of Chicago Library)

 

Calle de “En medio” (hoy Pérez Galdós)

(Foto propiedad de: Orator F. Cook, Papers. Special Collections Research Center, University of Chicago Library)

 

Curas y sacristán de la Parroquia de Santa María de Guía

(Foto propiedad de: Orator F. Cook, Papers. Special Collections Research Center, University of Chicago Library)

 

Mujeres aguadoras en el Barranco de Guía

(Foto propiedad de: Orator F. Cook, Papers. Special Collections Research Center, University of Chicago Library)

 

Procesión de la Virgen de Guía en la calle de la Cruz (hoy Marqués del Muni)

(Foto propiedad de: Orator F. Cook, Papers. Special Collections Research Center, University of Chicago Library)

 

Francisco Artiles, consciente de la importancia de la publicidad para su hotel, no dudó en publicar en la prensa de la época anuncios en inglés, dando a conocer las características de su hotel y los servicios que prestaba, entre otros el de su cocina. La cocina de la fonda, como ya indicamos, era muy celebrada, de hecho en algunos padrones su dueño, Francisco Artiles, está inscrito con la profesión de cocinero.

 

En enero del año 1900, con ocasión de la visita del Obispo a Guía para bendecir el órgano de la iglesia que iba a inaugurar el compositor francés Camilo Saint Saents, el ya citado Cirilo Moreno vino a Guía y al hospedarse en la fonda Artiles y visitar su cocina dejó escrito: ¡Pero qué aspecto más apetitoso presentaba la cocina aquélla!. La repostería, que es mi ramo culinario favorito, se ostentaba en variadas y artísticas manifestaciones. Dábale Pancho la última mano, le coup d' efect, a un soberbio pan de rey cuando le argumenté con tono do lastimera desconfieza —Eso lo prepararás, sin duda, exclusivamente para el Prelado. —Y para los señores que te sirven honrar mi casa. Con lo cual y la seguridad de que se encontraría cuarto de compadres donde pasar la noche salime a la plaza en tanto llegaba la hora de comer, a hacerla con el primer amigo que allí topase. Y salí regodeándome con la idea de que probaría pronto todo aquello. El soberbio pan de  rey inclusive.

 

 

En julio de 1902 Francisco González Díaz, conocido por el Apostol del árbol, impartió una conferencia en Guía, de la cual se hace eco la prensa que, entre otras cuestiones, indica: González Diaz ha sido objeto en Guía de grandes atenciones y agasajos. El domingo por la noche dióse en honor suyo un banquete, muy bien servido en la fonda de Artiles, de antigua y justa reputación.

 

La Fonda Artiles siguió abierta en las primeras décadas del siglo XX, y sobre ella escribirá en 1908 la viajera inglesa Margaert D´Este: … La Fonda de Francisco Artiles en Guía es de tipo superior, y pasamos dos días muy interesantes allí; la familia Artiles representa debo suponer uno de los mejores tipos de la clase media de la isla. Todos los hijos han recibido una buena educación […] el que vivía en la casa con sus padres les ayudaba en la fonda y era el agente local para el negocio de exportación de plátanos inglés. Había viajado a muchas partes del mundo y hablaba tres idiomas con fluidez, además de la suya, y era más que un entusiasta un excelente fotógrafo. [,,,] Mientras esperaba en la mesa nos dijo que su madre era reconocida por sus mermeladas y nos trajo un poco de sus mermeladas de melocotón y membrillo, que estaban deliciosas. En el jardín debajo de la galería donde desayunamos había una enredadera con brillantes trompetas azules. e higueras con higos negros maduros, los primeros que habíamos probado en las islas

 

 

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