En el seno de la celebración patronal del pago y de su parroquia se programó por primera vez la Fiesta de La Lana en 1994, como una iniciativa de potenciación de las tradiciones en el Día de Canarias, con lo que la fecha escogida fue el 30 de mayo. A partir de ese año se ha venido celebrando de forma continuada desde hace más de dos décadas. El tema escogido estaba justificado, ya que Caideros fue un importante centro textil tradicional donde, aparte de traperas y el lino, se elaboraban las telas de estameña, utilizadas para confeccionar ternos, bolsas y otras prendas de lana, siendo las más solicitadas y célebres las chaquetas de estameña de Caideros de Gáldar, realizadas en telares que estuvieron activos, donde las Cándidas fueron tejedoras muy consideradas, continuando María de las Nieves Mendoza Pérez en la labor hasta hace unos años, quien tejió para personas de distintos lugares del mundo, entre ellas el conocido y admirado folclorista e investigador Fernando Díaz Cutillas, Nanino, que “presumía” de su chaqueta de estameña de Caideros (María de las Nieves había aprendido el oficio de su abuela cha Teodora, la de Pico Viento (Gáldar). Estos tejidos eran el resultado final del aprovechamiento de una materia prima abundante en el lugar, gracias a la presencia de ganados de ovejas, que llegó a tipificar a Caideros de San José como lugar de telares y de la confección de la estameña.
El municipio de Gáldar cuenta con numerosas praderas de pastos, considerados de los mejores de la isla, siendo los Altos una zona tradicional de ganado, especialmente de oveja, lo que se percibe nada más hacer un recorrido por estos campos galdenses. En relación con ambas circunstancias (prados y ovejas) está la leche, materia prima para el famoso queso de Gáldar, del que ya hay referencias documentales de considerarlo entre los mejores de Europa desde el siglo XVII, lo que se sigue afirmando en centurias posteriores. Esas citas son especialmente para los quesos de Barranco Hondo de Gáldar, nombre que antes definía la zona que hoy es más conocida por Juncalillo, destacando las palabras de Viera y Clavijo, aunque la del padre José de Sosa es anterior.
Es decir, la presencia de la oveja y sus posibilidades de aprovechamiento han permitido dos de los productos más famosos de la zona: queso y los tejidos de la lana.
La feliz iniciativa de la Fiesta de La Lana tuvo su origen, como se dijo, en 1994, en la línea de varias celebraciones en la isla relacionadas con los productos, de tal manera que proliferaron varias: gofio, agua, barro, etc. La fiesta de la lana es la exaltación del producto de su entorno y protagonizada por la propia gente, con la difusión de los valores ganaderos y, en consecuencia, de la cultura de la lana.
La Fiesta de la Lana, que se celebra en Caideros de Gáldar en el marco de las fiestas tricentenarias de San José, es una importante manifestación celebrativa del Día de Canarias, al concurrir en ella toda una serie de circunstancias que forman parte de lo más profundo de la identidad isleña.
Se trata de una singular puesta en valor de esta cultura de la lana, expresada de forma viva y con los propios protagonistas, en el mismo entorno donde se desarrolla, comenzando en los distintos cortijos desde donde los ganados son trasladados por los pastores, por rutas que forman parte de los itinerarios territoriales de la trashumancia. La trasquilada se efectúa en el pago de Caideros como parte del proceso, momento en el que la lana se independiza del animal y se convierte en el producto que recibirá distintos tratamientos. Las operaciones posteriores (lavar, cardar,hilar, etc.) son realizadas de manera cotidiana, siguiendo el aprendizaje de sus mayores, estando presente también las manifestaciones posteriores que culminarán en la elaboración de las famosas estameñas de Caideros. En la celebración concurren tanto valores tangibles e intangibles, donde están presentes algunos bienes culturales inmuebles como la antigua ermita del cortijo del Caidero, o todo un entorno natural, desde la montaña del Acebuche hasta el perfil del pinar de Tamababa (Agaete), en un paisaje cultural que el hombre ha ido modificando desde la época del guanartemato (no lejos están los enclaves de Facaracas y Artevirgo) por el tipo de agricultura desarrollada y especialmente por la ganadería con la presencia de la oveja. En todo este mundo isleño, la Fiesta de la Lana supone la puesta en valor de un patrimonio isleño que, a pesar de las grandes transformaciones que ha sufrido el mundo rural, aún sigue vivo y sus protagonistas quieren mantener y legar a las generaciones futuras, como un rasgo de identidad del pueblo canario, bajo el signo de la autenticidad.
Juan Sebastián López García es Cronista Oficial de Gáldar (Gran Canaria). El texto ha sido extraído del programa de Fiesta San José, 2019 (Caideros de Gáldar). Las imágenes pertenecen a nuestro periódico amigo InfoNorteDigital.