Los primeros habitantes de Gran Canaria fueron consumados agricultores cuya dieta estaba compuesta fundamentalmente por cereales y otras plantas domésticas que trajeron consigo a la isla desde el continente africano. La importancia y extensión de las cosechas era tal que los excedentes se almacenaban en multitud de graneros colectivos distribuidos por todo el territorio, donde se guardaban las semillas para tiempos de escasez o para intercambiarlos por otros productos.
El segundo volumen de la colección divulgativa editorial ‘La isla de los canarios’ lanzada el pasado año por el departamento de Ediciones, titulado ‘Los guardianes de las semillas’, indaga en las distintas investigaciones llevadas a cabo sobre la vida cotidiana de los primeros pobladores de la isla, cuyo pulso transcurría al ritmo de los ciclos de los distintos trabajos agrícolas y el paisaje de la isla, que fue modificándose progresivamente para acoger los campos de cultivo y otros espacios de trabajo. El libro del arqueobotánico y especialista en el uso social de las plantas durante el pasado, Jacob Morales, será presentado mañana día 8 de mayo, a las 19.30 horas, en la Casa de Colón por el citado autor y el director de la mencionada colección, el arqueólogo e historiador Javier Velasco.
¿Cuáles fueron los cultivos de los primeros pobladores de Gran Canaria? ¿Qué métodos y técnicas empleaban para obtener, almacenar y consumir las cosechas? ¿Cómo evolucionó la agricultura en los aproximadamente mil años que van desde la colonización de la isla hasta el contacto con la civilización europea? A estas y otras preguntas responde el libro de Jacob Morales con un tratamiento y una visión actual, mediante un lenguaje accesible e imágenes atractivas a lo largo de las páginas de la citada obra.
Según propone el director de la colección, Javier Velasco, “es necesaria una visión diacrónica que nos enfrente a cómo, a lo largo de los siglos, esta población introdujo cambios en sus formas de explotación del territorio o se mantuvo fiel durante cientos de años a determinados recursos y estrategias de producción. Valorar la huella arqueológica de continuidades y transformaciones es también entender y explicar cómo se relacionaron entre sí las personas que habitaron esta isla y las consecuencias que ello tuvo en su devenir histórico”. Por ello, la agricultura de los antiguos canarios es un exponente relevante de la humanización de Gran Canaria, de su transformación en una garantía de supervivencia, señala Velasco.
Los trabajos cotidianos, los principales alimentos de su dieta, la capacidad de decidir sobre el suelo y la producción, pero también sus prácticas cultuales o sus fiestas tuvieron un vínculo indisociable con la actividad agrícola de los primigenios habitantes de la isla.
“Teniendo en cuenta los datos arqueológicos conocidos hasta la fecha, la mayor parte de los suelos roturados lo serían para plantar cereales, básicamente cebada. Pero también se rompería el suelo para cultivar legumbres, las cuales, dadas sus características nutricionales, debieron desempeñar un papel destacado en la dieta de estas poblaciones”, subraya el arqueólogo. Además, “los trabajos cotidianos, los principales alimentos de su dieta, la capacidad de decidir sobre el suelo y la producción, pero también sus prácticas cultuales o sus fiestas tuvieron un vínculo indisociable con la actividad agrícola”, añade.
El espíritu de la nueva colección
La nueva colección puesta en marcha por el Departamento de Ediciones de la Consejería de Cultura, tiene como propósito mostrar al lector una visión ‘humanizadora’, integradora, contrastada, plural y cercana del pasado prehispánico de los antiguos pobladores de Gran Canaria desde el inicio de su poblamiento hasta el momento de la colonización castellana. Esa sociedad marcada por un territorio con ecosistemas frágiles y fragmentados, cuyo desarrollo histórico se mantuvo al margen de contactos con gentes de otras latitudes, constituye el eje de esta nueva empresa editorial que asimismo intentará ofrecer respuestas veraces a algunos de los interrogantes que todavía se ciernen sobre ella.
Cada volumen de la colección abordará distintos aspectos de la vida de estos hombres y mujeres como sus creencias, identidades, hábitos económicos, relaciones con el territorio, lenguaje, herramientas y enseres, entre otros, a lo largo de más de cuarenta generaciones, desde el reconocimiento de un espacio común y único, la isla de Gran Canaria, y de una historia forjada silenciosamente por sus genuinos protagonistas.
Tras la edición del libro de Jacob Morales, se editará ‘Un adiós sin olvido: la muerte’, que firma la arqueóloga Verónica Alberto Barroso.
El libro ‘Los guardianes de las semillas’ se venderá en La Librería del Cabildo y otros establecimientos similares al precio de 16 euros la edición impresa, y a 5 euros la edición digital en formato e-pub.
Jacob Morales, autor del libro
Jacob Morales es arqueobotánico, especialista en el uso social de las plantas durante el pasado. Formado en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, presentó su tesis doctoral sobre los recursos botánicos en la prehistoria de Canarias en el año 2006. Ha trabajado como investigador en la Universidad de Leicester, Reino Unido, durante 2004 y 2007 en un proyecto sobre ‘El comercio de las especias durante la Edad Antigua y la Edad Media’.
Posteriormente, desde 2008 a 2010, se reincorporó como investigador posdoctoral a la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Entre 2010 y 2012 trabajó como arqueobotánico en la Universidad de Cambridge, Reino Unido, en el marco de un proyecto internacional sobre la llegada del ser humano moderno al norte de África y los orígenes de la agricultura en esta región.
En 2013 se incorporó al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Madrid para trabajar en una investigación multidisciplinar sobre los orígenes de la agricultura en el Mediterráneo Occidental. Desde 2014 a 2015 trabajó como investigador posdoctoral de la Universidad del País Vasco en el marco de una iniciativa europea sobre la explotación de las plantas durante el Paleolítico en el norte de África. En la actualidad es investigador del Programa Ramón y Cajal en el Departamento de Ciencias Históricas de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria e imparte docencia en dicha institución.
Javier Velasco, director de la colección
Javier Velasco, director de esta nueva colección editorial, es el autor también del primer volumen lanzado, ‘Gentes, tiempos y lugares’. Velasco, es doctor en Historia por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, de la que también es profesor asociado a tiempo parcial desde 2007, actividad que combina con la de inspector de Patrimonio Histórico en la Consejería de Cultura del Cabildo de Gran Canaria.
Su principal línea de trabajo es el estudio bioarqueológico de restos humanos y de sus contextos de aparición que se ha materializado hasta el momento en diversos proyectos y diferentes regiones y contextos cronológicos. Sin embargo, esta línea de trabajo ha estado centrada fundamentalmente en las poblaciones prehispánicas del Archipiélago Canario, donde ha participado en proyectos de investigación arqueológica en casi todas las islas y que han posibilitado la publicación de diferentes trabajos tanto en el ámbito local como internacional.