Revista nº 1037
ISSN 1885-6039

El nombre de la Montaña de Gáldar.

Lunes, 13 de Julio de 2020
Domingo Oliva Tacoronte
Publicado en el número 844

Todavía en los referidos años 70, subíamos al pico, al que después se añadió, de forma generalizada, de La Atalaya tras la raya guiense, pero no encontramos esta denominación hasta finales del siglo XX, lo cual parece lógico dado que el barrio de La Atalaya, como núcleo de población, no figura siquiera en el padrón municipal de 1846.

 

 

Todos cuantos tienen alguna mediana tintura de geografía, saben que el cono volcánico que marca el horizonte de esta parte de la isla de Gran Canaria se llama desde el principio Montaña de Gáldar, y que detrás del uso de otros nombres solo hallamos el error histórico (Ajódar), el chovinismo, la mala idea con aviesas y espurias intenciones, o el influjo que las anteriores han provocado en quienes, desde el desconocimiento, se acercan al tema.

 

Gáldar fue, durante la época precolonial, la única entidad de población junto a la montaña, así que su nombre fue el único posible, con ese origen, durante siglos. De hecho Agáldar encuentra su etimología en la expresión amazigh agelid dar, la montaña del rey o montaña real. Tras la conquista, perdida la consciencia de este significado, se cayó en la redundante Montaña de Gáldar, cosa muy común tras la anexión de territorios en los que se habla una lengua diferente a la del conquistador: Cuesta de la Qaba (de la Cuesta) en Granada, río Guadiana (wuadi Anas, río Anas, el fluvius Anas romano). Y durante siglos no se encuentra otra denominación.

 

Ajódar. Ajódar es el nombre de la fortaleza en que se refugian los canarios de Tazarte, Bentejuí y Arminda tras el apresamiento de Tenesor, en 1481. Hacia allí se dirigen los canarios de Fernando Guanarteme desde Gáldar, por tierra, y los españoles, desde Las Palmas, en barco. En sus laderas se produjo la batalla de ese nombre: los canarios arrojan piedras y troncos desde lo alto, mueren los vizcaínos de Mugica, el ejército español es derrotado y solo la intercesión de Guanarteme evita la masacre total. Queda por tanto descartado que Ajódar sea esta montaña. El emplazamiento exacto de Ajódar se desconoce, pero se sabe que estaba en las inmediaciones de Tazarte.

 

Esta designación comienza a usarse en torno a 1900 cuando Batllori y Lorenzo (1876-1923), amante de los estudios canarios, sitúa erróneamente el lugar de la trascendental batalla junto a su ciudad natal. Desde entonces, Ajódar da nombre a un equipo de lucha, un grupo de teatro y hasta algunos establecimientos de la zona. En el mismo sentido se expresa Jordé, que reúne los dos términos en el mismo escrito:

La montaña de Gáldar, alta atalaya en la ribera, ve cruzar naves por el Atlántico, fondear palebotes de cabotaje y barcas pesqueras en el puerto de Sardina, las dos Caletas y en el Juncal, buscando el abrigo contra los vientos  reinantes. La montaña de Gáldar brinda sombra protectora al núcleo poblado y vela y vigila las actividades y el sueño de la histórica villa, es el Ajódar de los primitivos canarios, que en su cima y en sus vertientes derrotaban a las  tropas del general Vera, el conquistador implacable. "La carnicería fue tan  severa -dice Viera y Clavijo- que corría la sangre en arroyos por aquellas  laderas" (Recuerdos de Gáldar, José Suárez Falcón (Jordé), 1880-1957, p. 32).

 

A esta misma línea y época pertenece el primer mapa en que figura la Montaña de Ajódar. Se trata del Mapa de la Isla de Gran Canaria, por Leoncio Afonso Pérez, La Laguna de Tenerife, 1953 (Gran Canaria en la cartografía... p. 235): Toponimia... Interior: Gáldar; M. de Ajóder; Bañaderos... (p. 238).

 

Litoral y plano de Gáldar. Siglo XIX. Fuente: Fedac

 

De Guía o de La Atalaya. A comienzos de los años 70 del pasado siglo, se reaviva la secular rivalidad entre los pueblos de Gáldar y Guía por aquello de a quién pertenecían los barrios limítrofes de Hoya de Pineda, Anzo, Becerril o Caleta de Arriba. Lo cierto es que la raya divisoria de los municipios parte cada uno de ellos en dos, de forma que estás aquí y estás en Gáldar, y, si te pasas a la acera de enfrente, ya estás en Guía.

 

Al calor de esta disputa algunos empiezan a decir Montaña de Guía como si de resaltar la propiedad se tratara. Pero la Montaña de Guía es la situada junto a ese  pueblo, la de Las Boticarias y Anzo. Incluso algunos -desde una televisión de ámbito insular- llegaban a decir Montaña de Guía o Gáldar, como queriendo no tomar partido en un juicio, insisto, por la propiedad. Pero no se trata de eso, sino de cuál es el nombre: los Pinos de Gáldar se encuentran actualmente dentro de los términos municipales de Moya, Guía y Gáldar, y no por eso ha mutado su nombre original y legítimo. Muy significativas en cuanto a este afán por la propiedad, y la intencionada confusión con el nombre, resultan las siguientes palabras de Juan Dávila García en su Guía de Gran Canaria: arte, belleza y nombres propios:

Agustín Millares Torres, en su Historia General de las Islas Canarias, le dedica a Guía de Gran Canaria una égloga:

La población se desarrolla en el declive de una montaña que va lentamente descendiendo hasta el pie del cono volcánico de Gáldar en medio de fértiles vegas, cortadas por barrancos, bajo un cielo de una temperatura suave y templada.

            Hacer referencia al tan controvertido tema que existe sobre la propiedad de la siempre llamada Montaña de Ajódar o Pico de la Atalaya y como Montaña de Gáldar... Dónde radica el empecinamiento de llamarla Montaña de Gáldar, lo desconozco. Muy jovencito junto con mi pandilla solíamos ir a jugar a las cuevas de las palomas ubicada en la citada Montaña, y siempre supimos y tuvimos in mente que era y es territorio guiense.

 

Las falsedades son evidentes. Como se ha llamado siempre es Montaña de Gáldar y el empecinamiento en la actualidad es el de llamarla con los dos otros nombres.

 

En cuanto a la propiedad, por último, cabe recordar la expresión también de aquellos años: La montaña no es ni de Guía ni de Gáldar, es de míster Leacock. Más recorrido ha tenido la denominación Pico de La Atalaya. En el peritaje de 1808 encargado por la Real Audiencia de Canarias, encontramos esta descripción: ... siguiendo el marisco adelante a la caleta de Soria y de ella volviendo al barranquillo arriba cortando línea recta al pico de la montaña y de aquí a bajar al barranquillo de Becerril primer lindero...

 

Todavía en los referidos años 70, con los amigos de Becerril y La Atalaya, subíamos al pico, al que después se añadió, de forma generalizada, de La Atalaya tras la raya guiense. No encontramos esta denominación hasta finales del siglo XX, lo cual parece lógico dado que el barrio de La Atalaya, como núcleo de población, no figura siquiera en el padrón municipal de 1846. ¿Antes no tenía nombre la montaña? Cierto que desde fines del XVI se estableció un atalaya, para vigilancia de la costa, en la montaña. La existencia de este y esta atalaya hizo que así se denominara después el terreno, entonces deshabitado, de la cara este de la montaña: Llanos de la Atalaya. Cuando el barrio creció, la gente subía al pico de la montaña, y posteriormente solo el chovinismo pudo ver en el cambio de nombre una suerte de apropiación. Pero, a fines del siglo XIX, y después, no se conoce otro nombre que Montaña de Gáldar. En la obra Saint-Saëns en Gran Canaria, de Nicolás Díaz Saavedra de Morales, encontramos:

 

El mismo periódico España el día 17 de febrero publica el trabajo siguiente:

UN RECUERDO A SAINT-SAËNS

El célebre compositor francés hállase de temporada en la “Villa Melpomene”, en Llano-Parras. En la hermosa finca, cerca del mar, admirando los soberbios paisajes que presentan el Atlántico tranquilo y la montaña de Gáldar (descrita por Saint-Saëns) rodeada de campiñas encantadoras donde se asientan las ciudades del norte, Gáldar y Guía, pasa el tiempo el ilustre músico.

A  las fechas del 7 de febrero al 22 de junio de 1899 aparecen dos trabajos de Saints-Saëns... El segundo trabajo es el que sigue:

UNA OBSERVACIÓN DE MR. SAINT-SAËNS

Paseándome por las lomas de la montaña de Gáldar me he sorprendido por la cantidad prodigiosa de conchas de Hélix (caracol terrestre que se  encuentra en las efusiones fangosas del volcán)... Lo que me parece probable es que después de la formación ígnea de estructura de la montaña... tiene que haber pasado un tiempo de reposo inmensamente largo durante el cual, bajo la influencia de un clima completamente distinto al de hoy, una vegetación espesa se formó allí...

En febrero de 1897, estando Saint-Saëns en Gran Canaria de nuevo, compuso para el álbum de nuestro malogrado compañero y amigo José Batllori esta otra poesía:

LA MONTAÑA DE GÁLDAR

... Ce mont fus un volcan. La lave,
Qui le long de ses flanes ruissclait comme un gave
Est tarie à jamais; le temps l`a devasté
Il est etale. Lombes aride, a l`aspect grave
Il n`est plus que silente et qu`inmovilité.
..

...

Esta montaña fue volcán ardiente,
El fuego por sus lomas resbalaba; 
Ahora, grave, agotada, mansamente
ve resbalar el tiempo por su lava
Y es su aridez inmóvil, imponente.

 

Es preciso señalar que Saint-Saëns, francés e imparcial, tenía su residencia en Guía y conocía por tanto bien la zona, en una época en que el barrio de La Atalaya ya tenía entidad propia.

 

Otra extranjera, la irlandesa Olivia M. Stone, en su Tenerife y sus seis satélites, de 1887, además de suministrarnos una imagen con el nombre de Peak of Galdar, dibujada desde Guía, describe la montaña desde La Isleta: A la izquierda, la isla parecía penetrar en el mar formando una punta larga y atenuada, la Punta de Gando, mientras que a la derecha, el impresionante Pico de Gáldar, que se yergue lejos de las principales montañas de la isla, montaba guardia en el extremo interior de un promontorio cortado.

 

Y así otros, como  Alfred Samler Brown (1889) que, además de destacar la iglesia de Santiago y la Montaña de Gáldar, incluye un mapa de la isla, y en él dicha montaña. O Margaret D Este (1907-8), que vuelve a centrarse en la montaña, la cueva pintada y la iglesia (Apreciación de Gran Canaria por 12 escritores de viajes ingleses y franceses en el periodo de 1883 a 1910. Análisis contrastivo, Inodelvia Ramos Pérez y Pedro Nolasco Leal Cruz).

 

 

Para acabar, como dijimos, fue después de la refatiña por los linderos de los 70 cuando se empieza a generalizar en la zona trasmontaña el término Pico de La Atalaya. A esa causa ayudó y mucho la acción de alguna vocera radiofónica, nacida en el aquel barrio, que hizo calar el nombre entre las clases populares tan adictas a su programa. Después llegarían los intentos de justificación por parte de la intelectualidad guiense, llegando incluso a construir titulares equívocos apoyados en la citada existencia de un atalaya en la montaña: Pico de La Atalaya: un topónimo de 1587 (Pedro González Sosa), o El volcán que cambió de nombre por un pirata (Javier Estévez). Pero es que el mismo documento aventado como prueba viene a atestiguar justamente lo contrario, es decir, que el único nombre usado en aquella época -en la que se establece el atalaya- era Montaña de Gáldar.

Sepan cuantos esta carta vieren como nos Juan Bautista de Soberanis, alcalde de esta villa y yo Melchor de Aguilar, capitán de dicha villa e vecino della, decimos que por el Capitán Gobernador desta isla de Gran Canaria Álvaro de  Acosta, nos ha sido mandado que conforme a la común costumbre desta isla para la guarda e custodia della de los corsarios enemigos y Morato Arraiz, pusiéramos una persona de confianza para atalaya y guardia en la Montaña de Gáldar, junto a la villa de Guía...

... otorgamos e conocemos que damos a Melchor Alonso, vecino de  dicha villa, la guarda y atalaya desta villa de Guía, para que vos, el antedicho, como tal guarda y atalaya seáis obligado a estar en la dicha Montaña de Gáldar desde el día de la fecha...

 

Se refiere al documento número 2331, del Archivo Histórico Provincial, del escribano Mateo Gil Piñero fechado en Guía el 12 de febrero de 1587, y quienes firman -y confirman el nombre de la Montaña de Gáldar- son el alcalde de Guía, el capitán y el notario de la misma.

 

Después de esa fecha, a lo largo de los siglos, en todos los documentos escritos, las primeras fotografías desde finales del XIX y la cartografía, siempre y solo aparece la denominación Montaña de Gáldar. A modo de ejemplo citamos algunos tomados de Gran Canaria a través de la cartografía (1507-1899). Atlas histórico-geográfico de la isla, de Juan Tous Meliá, a cuya paginación nos remitimos.

 

Montaña de Gáldar. Tipos. 1880-85. Fuente: Fedac

 

- S. Berthelot, Carte Topographique de L`Ile de Canaria (Grande Canarie), Paris, 1838 (p.117):

En el interior (Oeste): Llanos de Sardina, Galdar, Mª de Galdar, Mª de  Amagro, la  Encarnacion, Sn Francisco, Sn Isidro, Guía, La Gaete...
  ... cruzar el barranco de San Felipe en su desembocadura y luego remontar los acantilados de la Cuesta de Silva, para llegar a la meseta de Galdar. Este  otro distrito se extiende desde la punta de Guanarteme hasta la de Sardina;  Galdar, antigua residencia de los príncipes  aborígenes, es la sede del lugar.  Esta gran villa, construida al pie de una montaña volcánica...En las alturas  que  dominan la meseta del lado del sur, Guía, la rival de Galdar, se  jacta  de...
   (p. 121).

- Carta de la isla de Gran Canaria levantada por el teniente Arlett de la  M.R. Inglesa en 1834.( p. 126): En el interior: Mt Galdar, 533, Galdar, Guia, M. Cardones, Cardones... (p. 127). En idénticos términos aparece en la edición de Madrid, 1853 (p.196).

- Francisco Coello. Mapa de las Islas Canarias, Madrid 1849 (p.137): Interior: Llanos de Sardina, Mª de Almagro, La Encarnación, S. Francisco, S. Isidro, M. de Galdar, GALDAR, GUIA, Cuesta de Silva...  (p. 139).

- Plano topográfico de las jurisdicciones de Arucas y Firgas. Anónimo, 1848: La villa de Galdar que fue corte de los Guanartemes antes de la conquista se halla situada en un llano y columte (sic) la domina a distancia considerable hacia ENE la montaña que lleba su nombre (p. 148).

- Croquis de la Ysla de Gran Canaria... por el teniente coronel graduado,  sargento mayor del batallón D. Pedro Laine Sánchez, Villa de Guía a 21 de noviembre de 1851.

COMPAÑÍA DE CARABINEROS
  *Art. 14. Esta la forma la jurisdicción de Guía, cuya Villa del mismo nombre es cabeza de partido y capital del Batallon, esta situada al N. de la Ysla y se halla edificada á la falda de varias montañas que la dominan, y bañada por  dos barrancos: las montañas son, la de Guia, la atalaya que toma el nombre  de la de Gáldar, y la de Almagro; los barrancos se nominan, el de Guia, y  el de la Garzas, teniendo á su frente la hermosa Vega de Gáldar... (p. 158).

COMPAÑÍA DE TIRADORES
  *Art. 34. La jurisdiccion de Galdar forma Compañia, y la Villa de este nombre es capital de ella, su situacion es sobre una colina que á lo lejos por sus muchos huertos la hace aparecer de figura agradable y pintoresca, se halla  rodeada de la Montaña nombrada de Galdar y de la de Almagro; contiene el pueblo y sus barrios 470 vecinos, en 473 casas y 109 cuevas, lo demás de la  jurisdiccion tiene 348 vecinos en 104 casas y 282 cuevas...
 (p. 166).

- Mapa de Gran Canaria, Fritsch, 1867 (p.209): En el interior: Mña de Gáldar, Gáldar, Cuesta de la Selva... (p. 214).

- Mapa de Gran Canaria, por Gregorio Chil y Naranjo, 1876. (p. 215): En el interior: Mña de Gáldar, Gáldar, Sn Felipe... 

- Mapa de la Isla de Gran Canaria, levantado por Rafael Navarro y García, 1895 (p. 218): Interior: M. Gáldar, 470 (1676 (1533)), Gáldar, Guia... (p. 219).

- Mapa de Gran Canaria, por Don Manuel Pérez y Rodríguez, 1896 (p. 221): En el interior: Mª de Gáldar, Galdar, Atalaya, S. Felipe... (p. 224).

- Mapa Militar. Isla de Gran Canaria, 1916 (p. 227): A.I.2: ... Costa de Lairaga, Pagador, Gáldar, Montaña de Gáldar, 450, Sta Elena, La Atalaya, Llano de la Parra, Bco. De Gáldar, Guía... (p. 230).

 

Mapa Militar. Isla de Gran Canaria, 1916

 

- A modo de sutil excepción señalemos el mapa de la Isla de Gran Canaria, de Joseph Ossavarry, 1806 (p. 109): En el interior: Atalaya de Gáldar, Gáldar, Llanos de Sardina, Montaña  de Amagro, S. Ysidro, La encarnacion, CombTO de S. franCO, Guia,   Moya... (p. 111).

 

Atalaya está usado aquí como nombre común en la acepción de altura desde donde se descubre mucho espacio de tierra o mar, de la RAE, lo que viene a reafirmar que su nombre propio es de Gáldar. Como otros dicen, volcán de Gáldar, cono volcánico de Gáldar, etc. Nótese como empieza con la montaña, enumera lugares de Gáldar, coge el camino de La Vega, pasa a Guía y traspone. En este sentido encontramos en la obra de René Verneau (1852-1938), Cinco años de estancia en las Islas Canarias, cap. VII: Por ese lado se levanta un gran cono volcánico, el volcán de Gáldar, a  cuyo pie está construida la ciudad de ese nombre. Y así hasta hoy. Todos los mapas militares y el Instituto Geográfico Nacional mantienen hasta el presente el nombre Pico de Gáldar en todos sus documentos.

 

Como dijimos, solo con el crecimiento del barrio, en la segunda mitad del XX, comienza el uso local del nombre Pico de La Atalaya, y solo en las últimas décadas, esporádicamente, en algunos mapas, producto de la insistencia guiense, de cierto desconocimiento histórico y geográfico y de la dejadez galdense... Así, Grafcan comienza usando Pico de Gáldar (mapa de 1988-1989), en 2004-2005 (escala 1/20000) incluye también Pico de la Atalaya, aunque dándole preeminencia a Pico de Gáldar, y a partir de entonces -dada la inacción de las instituciones colegiadas e individuales galdenses- ya solo aparece el término nuevo.

 

Es curioso que, mientras lo común es buscar las raíces históricas de cualquier lugar (los de Calatayud se llaman bilbilitanos, San Mateo es Tinamar y Santa Brígida Sataute), en este caso se pretenda sustituir el nombre antiguo, y canario, por otro moderno y genérico (Atalaya del Vigía, Atalaya de la Vista, La Atalaya de Santa Brígida).

 

Quiero acabar con otra reflexión. Este amor por la montaña se convierte en desprotección por parte de ambos consistorios. En los afamados 70, el de Guía abrió una carretera desde La Atalayita hasta el pico de la montaña. Al preguntársele al de Gáldar por semejante desatino, contestaron que no tenían constancia oficial del mismo, cuando ya lo sabían hasta los galdenses en Venezuela y desde la puerta del ayuntamiento se veía el latigazo en el rostro del bárbaro, que decía nuestro Celso. Ninguno de los dos ha hecho nada por suavizar la cicatriz en estos 50 años.

 

 

Y aunque el proyecto de realizar un mirador, con su restaurante, al modo del de la montaña de Arucas, fue abandonado desde el inicio -al parecer por problemas de solidez-, hoy la magnífica silueta que define nuestro horizonte, que se ve desde Las Canteras como una promesa de Teide -montagne de Gáldar, le Teide de poche de las guías turísticas de los 70- está dominada, cual corona de espinas, por varias antenas de telecomunicación, mientras desde La Atalaya sube por su lomo una vía de cruces cogidas con el cemento actual de una fe poco respetuosa.

 

Dicho todo lo anterior, en aras de la verdad y sin acritud alguna, no estaría mal que los alcaldes de ambos ayuntamientos, ahora que se hallan recién hermanados, se pusieran de acuerdo para llamar a la montaña por su nombre -primero, verdadero y universal- y, sobre todo, para tratar dignamente a uno de los conos volcánicos más emblemáticos de Canarias.

 

Marzo de 2020

 

 

Foto de portada: montaña de Gáldar-Canaria. 1890-95. Fuente: Fedac.

 

 

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