Es nombrado rector en 1951, cuando la sede de la Universidad se traslada al nuevo edificio. Su actividad como rector permitió la incorporación de nuevas especialidades. Creó la sede en Las Palmas de Gran Canaria de la Universidad Internacional Pérez Galdós y los cursos para extranjeros del Instituto de Estudios Hispánicos del Puerto de la Cruz (Tenerife). También por iniciativa suya se crea el Colegio Mayor San Fernando (La Laguna), dependiente de la Universidad. Durante el año 1952 amplía estudios en diversas universidades europeas. En 1959, contribuye a la instalación del Observatorio Astrofísico del Teide (Tenerife). Contrae matrimonio y fija su residencia en La Laguna (Tenerife). Miembro del comité para el Congreso de Estudios Galdosianos, entre 1973 y 1990. En 1964, se traslada a la Universidad de Salamanca, donde ocupa la cátedra de Literatura Española hasta su jubilación, en 1985, aunque continuaría como profesor emérito hasta 1987. En Salamanca, dirige el C. M. Hernán Cortés (1964-1985), es alcalde entre 1965 y 1969, director del Seminario de Lengua Española y decano de la Facultad (1976). Colabora en las revistas Cuadernos Literarios, Anales Cervantinos, Albor, Atlántida o Mundo Hispánico, entre otras; también en los diarios madrileños ABC y Ya (1964-1985). Premio Nacional Raimundo Lulio, del CSIC, Premio Fastenrath, de la RAE, Medalla de la orden de Alfonso X el Sabio, Medalla de Oro de Recife y Medalla de Oro Padre Anchieta (Brasil). Además de diversas ediciones críticas de autores clásicos y modernos, como Poesías, de Tomás de Iriarte (1953) o Vida de don Quijote y Sancho, de Miguel de Unamuno (1989), publica numerosos estudios de literatura comparada: Don Quijote de la Mancha y el escritor Cervantes (1960), Robinson y Don Quijote (1962), El Quijote español del siglo XVII (1964) o El mar en la literatura medieval española (1969), es autor de diversas lecturas críticas como Vicente Espinel, músico, poeta, y novelista andaluz (1979), Cervantes entre el Persiles y el Quijote (1981), Teresa de Jesús, un alma española (1982) o Calderón de la Barca, de lo trágico a lo grotesco (1984). Entre sus ensayos cabe señalar los que dedicó a asuntos diversos de literatura canaria, tales como El mito marinero de las Ínsulas (1954) o Islas Afortunadas, naturaleza mito y realidad (1962).