Escolares a partir de siete años descubrirán la próxima semana ‘Amour’, uno de los montajes de teatro familiar más premiados de los últimos años en nuestro país, gracias al proyecto pedagógico del Cuyás, Teatrae.

Entre otros galardones, ‘Amour’ obtuvo el Premio Max 2017 al Mejor Espectáculo Infantil o Familiar, el Fetén 2016 al Mejor Espectáculo y el Ercilla 2015 a la Mejor Producción Vasca.

Obra de la prestigiosa compañía Marie de Jongh, ‘Amour’, de la que puede verse un resumen en https://we.tl/t-NLmsPb2Y78, se exhibe para colegios los días 22 y 23 en horario matutino y a precios simbólicos gracias al patrocinio de la Fundación Mapfre Guanarteme.

Además, el sábado 24, a las 19.00 horas, habrá un único pase para familias cuyas entradas están a la venta tanto en la web del teatro del Cabildo (www.teatrocuyas.com), como en su taquilla en la calle Viera y Clavijo de la capital grancanaria. Los precios de las localidades para esta función oscilan entre los 6 y los 12 euros para menores de 14 años y entre los 8 y los 15 euros para mayores de esa edad.

‘Amour’ está dirigida por Jokin Oregi y protagonizada por los actores Javier Renobales, Ana Martínez, Ana Meabe, Pablo Ibarluzea, Anduriña Zurutuza. Elisa Sanz asume Dirección Artística, escenografía y vestuario.

De la obra, que dura unos 50 minutos, se desprende que el amor siempre da una oportunidad. “Es un espectáculo teatral de gran formato dirigido a toda la familia que nos hace reflexionar sobre la delgada línea que existe entre la desafección y el amor incondicional”, según sus responsables.

En él, unos niños juegan en el país donde todo empieza: se afanan en descubrir el mundo transformando su universo;  imitan a los mayores, con audacia y desenfado; se atreven a amar sin saber cuál es el verdadero significado de la palabra “amor”. No dudan en enemistarse antes, incluso, de encontrar la palabra odio en sus bolsillos. Saben de olores, piel, caricia, abandono, refugio, deseo… Pero no saben del tiempo. 

De pronto, han transcurrido más de sesenta años. Ahora, envejecidos, sacan de los bolsillos muchas otras palabras que caen como hojas marchitas. Saben de olores, piel, caricia, abandono, refugio, deseo… Y, paradójicamente, no dudan en enemistarse cuando ya conocen el verdadero significado de amar. Con los años, también saben (ahora sí) del tiempo, pero lo que parecen no saber es que el amor siempre da una oportunidad.