La Feria del Libro nos ha traído este libro por mediación de una librería de Las Palmas. Su autor estuvo ante un atril del stand de dicha librería firmando ejemplares para quienes se habían enterado del evento.

Cuenta el autor que lleva algunos años con la novela terminada buscando publicarla. Después de varios intentos infructuosos, decidió presentarla a tres certámenes. Ganado el Benito Pérez Armas, tuvo que pedir a los otros dos premios a que la había enviado que la retiraran por razones obvias.

Soy amigo del autor, y lo molesto de vez en cuando por cuestiones de los vericuetos de la expresión de Cairasco, en cuya obra me he sumergido desde hace más tiempo que el autor en la novela premiada. Conozco los avatares de otros escritos suyos, como el hecho de que un escritor buitre se sirviera de su tesis doctoral convertida en libro, Wilde en España, para construir su propio libro y vender como suyas las miles de noticias conjuntadas con trabajo por Sergio Constán. Nadie se inmutó, ni se atrevió a poner en evidencia la acción. Por lo que oigo por ahí, esto suele ocurrir con cierta asiduidad. Dicen que hasta hay editores que no encuentran tiempo para firmar el contrato de un libro recién publicado en su editorial.

En todo este tiempo, el amigo Sergio me ha tenido en vilo, sin desvelarme ningún detalle de la novela. Esto no solo me ha ocurrido a mí, sino a todos los amigos comunes que conocemos su entusiasmo por la escritura. Leyéndola ahora, veo en ella muchas cuestiones conversadas, e incluso discutidas. Entre ellas, su dedicación a la literatura de la bohemia y su admiración por Alfredo Kraus. Además del asunto del asesinato de Luis Antón del Olmet por Alfonso Vidal y Planas, buscando una solución al enigma generado, aparece en la novela un reguero de consideraciones y noticias sobre la personalidad del tenor canario y sus amigos.

Les podía hablar sobre las características de la novela, las técnicas empleadas, el uso del suspense, la alusión a personajes conocidos, la reelaboración de unos textos de Wilde, el viaje al París misterioso, como otro Umberto Eco, etc. Solo les confirmo que este relato en primera persona me ha atrapado y me ha llevado a terminarlo en un tiempo récord. Queda, pues, la invitación a compartirla conmigo, y darle las gracias a su autor por este regalo. Vale la pena traer al presente ciertos hechos como lo hace Sergio Constán en una obra de ficción bien estructurada y llena de guiños.