Sigue los primeros cursos como alumno libre y pasa, en 1943, al Instituto Cabrera Pinto (La Laguna, Tenerife). Obtiene premios escolares de poesía. Reside, primero, en Guamasa (Tenerife), en una finca regentada por su padre; más tarde, se traslada a La Laguna: lugares ambos donde comparte amistad con quienes formarían parte de la generación universitaria de La Laguna*, en los años cincuenta: Gilberto Alemán*, Alfonso García Ramos* o Eliseo Izquierdo*, entre otros. Colabora en la revista Nosotros*. Conoce a Eloy Díaz de la Barreda, Manuel Escalera y José Luis Mauri, con quienes crea a Escuela de Arte Dramático del Ateneo de La Laguna, origen del TEU de la universidad, dirigido luego por el primero de los citados. Da lecturas de poemas en radio y en algunos actos literarios en el Teatro Leal (La Laguna). Además de poemas, escribe cuentos y también algunas piezas para el teatro (Alucinación, Como quiero vivir o Adelaida) que quedaron inéditas, dada la inesperada muerte del escritor en su propio domicilio. Al año siguiente, 1955, el Ateneo de La Laguna le tributaría homenaje público. Su poesía, marcada primero por la huella romántica de sus lecturas de juventud, se cargará, poco a poco, de “una intensa preocupación existencial”, tal y como señala Eliseo Izquierdo, su albacea literario, que consigue reunir su poesía toda en el volumen póstumo: Pleno silencio (1955), al que pondrá prólogo Alfonso García Ramos. De este volumen hay edición de 1980, del Centro de Cultura Popular Canaria*.