Fundado en 1845, fue también muestra del compromiso de un grupo de ciudadanos (los conocidos como niños de La Laguna, por verse obligados a estudiar allí) para superar las ideas de una Ilustración envejecida. Estos habían fundado un año antes su primer espacio público, El Gabinete Literario, y tuvieron la idea de crear un Instituto de Segunda Enseñanza. Hubieron de concebirlo privado, por fuerza, dadas las leyes imperantes. El Colegio Internado de san Agustín se inaugura el 10 de octubre de 1845, dirigido por Antonio López Botas. Tuvo su sede primera en la calle de Santa Clara (hoy del Doctor Déniz). Dos años después, pasa al número 27 de la plaza del Espíritu Santo y, en 1849, al convento de San Agustín (hoy, Palacio de Justicia). Por dificultades de mantenimiento, el colegio se traslada al número 11 de la calle de Los Balcones, donde concluirá su primera etapa. En 1868, con el advenimiento de la I República, ocuparía dos plantas en la trasera del edificio del Seminario Conciliar, desde entonces bajo la dirección de don Diego Mesa de León. En 1878 pasa al número 15 de la calle de Los Balcones y muy pronto al que sería su último emplazamiento hasta su desaparición, en 1915, en el número 3 de la calle de la Herrería. Si bien con dificultades económicas, prevaleció su nivel de exigencia, tanto en lo que a los conocimientos impartidos como al comportamiento del alumnado, tanto entre lo externos como en los del régimen de internado, aunque siempre fue de ideología claramente liberal. Llegaron a pasar por sus aulas más de dos mil alumnos, nacidos a partir de 1840. Y logró mejorar el nivel cultural y socioeconómico de la sociedad grancanaria, con un profesorado selecto de profesiones varias y formación humanista, de diversas tendencias (ilustrados y librepensadores, anticlericales y krausistas, también sacerdotes), lo que contribuyó a la tolerancia que siempre hubo en sus aulas. Fueron profesores del centro, a lo largo de su dilatada historia: Graciliano Afonso*, Ventura Aguilar* o Domingo J. Navarro*; Juan E. Doreste, Gregorio Chil*, José Benito Lentini* o Domingo Déniz*. También, entre otros, José Franchy y Roca, José Mesa y López o Eduardo Benítez Inglott*. Y en sus aulas se formaron, además de políticos como Fernando León y Castillo o Felipe Massieu, escritores notables de ese período como Benito Pérez Galdós*, los hermanos Martínez de Escobar*, Agustín Millares Cubas* o Agustín Millares Carlo*; Ángel Guerra (vid. Betancort), Luis Doreste Silva*, Tomás Morales*, Alonso Quesada* (vid. Romero) o Domingo Rivero*; Luis Benítez Inglott* o Claudio de la Torre*, entre muchos otros. Durante sus años en el colegio, los alumnos redactaban un periódico manuscrito, La Antorcha, en el cual Galdós publicaría sus primeros escritos. De este periódico se tienen referencias por testimonios de aquellos improvisados redactores; pero no se sabe que se conserve ejemplar alguno.
Foto: profesorado a finales del XIX