BienMeSabe TV ofrece desde hoy una entrevista con Belén A. Doreste, más conocida artísticamente como Belén Lajalada, una de las más atractivas y diferentes voces actuales de la escena musical canaria. Nuestras atentas cámaras se desplazaron, junto con el colaborador Miguel Ángel Hernández Méndez, hasta el significativo espacio de Valle Gran Rey, en La Gomera, donde nuestra protagonista ejerce desde hace un tiempo como profesora en su Escuela de Música y donde también comunitariamente se nutre e inspira para dar cancha a sus originales melodías de lenguajes musicales modernos y llenos, a la par, de signos y sonoridad ancestrales canarios.
Belén A. Lorenzo es una persona nacida en la capital grancanaria que, a pesar de ser joven y con una trayectoria más bien corta, viene dejando huella significativa en todo lo que hace. Tras su efímero y amagante episodio con el proyecto Bel Bee Bee, se pone a funcionar propiamente en 2018 con el sello de Belén Lajalada, una experiencia de música electrónica en la que se entremezclan aires poperos, sicodélicos, discotequeros… junto a los que es imposible separar la rítmica y las composiciones de piel y gesto canarios, el aura del folklor menos manoseado de las Islas Canarias, en el que la percusión y el tambor gomeros poseen un valor elemental.
A pesar de que a Belén le encanta ponerse a jugar solita en la mesa íntima y casera de las experimentaciones, uno de los aspectos más interesantes de su trayectoria es que está constantemente proyectándose colectivamente con otres, con otras y otros. Así, son ejemplos palpipantes en este sentido sus producciones para mucha gente y sus asombrosos abrazos con Aníbal Llarena, su unión vivificante con Alba Gil Aceytuno y Xerach Peñate en la maravilla de Arube o –por poner otro caso tan enriquecedor– su singular y pertinente inmersión en la puesta en escena de Mararía bajo el auspicio de unahoramenos.
“En Canarias se está haciendo mucha música de calidad y honesta, pero nos hace falta hueco, salas y público más allá de la música para grandes masas”, afirma la artista. Se define en esta entrevista igual de heterodoxa como de ignorante, pero apuntando precisamente a esa ignorancia del no-saber que determina la acción de las niñas y los niños cuando aprenden por vez primera a pronunciar una palabra para que el mundo se ponga a funcionar. La ignorancia es la madre de la creatividad, y no hay estrictamente creatividad sin salidas de la norma, sin desvíos de lo tipificado, de lo típico, de lo tópico… sin heterodoxia. Desde ahí se articula y circula la efervescencia única y diferente de Belén Lajalada, y desde ahí también la tradición musical canaria adquiere –paradójicamente– verdadera consistencia: cuando en una dulce transformación (respetuosa y honesta, como ella dice), logra complementar, generar y alimentar la savia de los sonidos que vendrán, la luz de una tonalidad que hasta ahora desconocemos…
Lajalada, así, en una línea de experimentación contemporánea con la música de raíz que hay que entender dentro de un cauce que tiene ya cinco o seis décadas en Canarias, logra ofrecer algo nuevo con un jeito tan peculiar que es capaz de dejar en los cuerpos que atentamente la escuchan una suerte de nebulosa espiritual que anima y que a la vez amansa. El mundo de Lajalada es unísonamente una meditación y un impulso a levantarse, a la volada y al baile; es columna vertebral y utopía, es orilla y lejanía, y –además– un más allá del horizonte.
Para profundizar en todo esto y mucho más te invitamos a ver la amable e interesante entrevista que ofrecemos en BienMeSabe TV.