Orientado a la formación de la mujer en el hogar, acogería secciones dedicadas a labores, figurines, piezas de música, artículos de moral, biografías, temas de historia y hasta economía doméstica. Pero también algunos textos de creación literaria, en verso o en prosa. De la Cámara, que había sido cofundador, se hace propietario de la imprenta en 1870 y será su editor y director, a partir de 1872, tras la muerte de Morán. A partir de ese momento, intensifica la parte literaria y añade secciones de arte y ciencia. En 1874 forma sociedad con Benito Pérez Galdós* quien, entre 1876 y 1896, editaría sus obras con ese sello editorial. Galdós había colaborado en la revista desde 1873: había publicado una muestra de los Episodios Nacionales y, por entregas, van apareciendo sus novelas Marianela y La desheredada. El periódico, como tal, dejará de publicarse en 1883. Pero con su sello editorial aparecerían Torquemada en la cruz, Torquemada en el purgatorio o Nazarín. Asimismo, la editorial administraría una abundante nómina de títulos galdosianos. En torno a 1896, un conflicto entre de la Cámara y Galdós desencadenaría un pleito legal en torno a los derechos del escritor, que supondría el principio del final de la relación personal y editorial entre ambos.