Crea la Academia de Música del Círculo de Bellas Artes, de Santa Cruz de Tenerife, que en 1931 se convierte en el primer Conservatorio del Archipiélago y, en 1943, pasa a ser Conservatorio Profesional de Música y Declamación. En él ejerce como profesor de Historia y Estética de la Música. Cofundador de la Orquesta de Cámara de Canarias (1935), que llegará a ser la Orquesta Sinfónica de Tenerife. Ejerce la crítica de música en la Revista de Historia* y en el Anuario de Estudios Atlánticos*. También colabora en los diarios tinerfeños El Día y La Tarde. Desarrolla diversas actividades artísticas relacionadas con el folklore de las Islas, origen también de muchas de sus propias composiciones para orquesta o coros. Recupera una opereta de Teobaldo Power, para la cual escribe un nuevo libreto porque el original, del francés Denizet, se había perdido. Miembro del Instituto de Estudios Canarios* y, a partir de 1957, académico numerario de la Real Academia Canaria de Bellas Artes. Entre sus publicaciones: Lo guanche en la música popular canaria (1942), A normando, normando y medio: una opereta de Tebaldo Power (1947), El tempo canario y el tempo di canario (1955) o Las endechas aborígenes de Canarias. Como Amaro Lefranc publica Turrones de la Feria, estampas del folklore canario, en 1942 y en 1951.