Masdanza es el Festival Internacional de Danza Contemporánea de Canarias que cumple ahora una década en el deseo de seguir sembrando afición por esta forma de expresión artística y se hace extensivo, por segundo año consecutivo, a Santa Cruz de Tenerife, donde se presentan cuatro solistas y cuatro piezas coreográficas El teatro Victoria (ubicado en Méndez Núñez, 36) albergará a los solistas hoy y mañana, mientras que el teatro Guimerá acoge las piezas coreográficas con una función única hoy domingo a las 21 horas. Masdanza se desarrolló desde el pasado día 16 hasta ayer en el Centro Cultural de San Fernando, en la localidad grancanaria de Maspalomas, consolidándose como el único Festival Internacional de Danza que existe en nuestro país con dos secciones oficiales a concurso: el certamen coreográfico y el certamen de solos. [b]Las funciones.[/b] Las funciones del teatro Victoria se inician hoy a las siete y media para mostrar Ego, una pieza de quince minutos que llega desde el País Vasco de la mano de Asier Zabaleta para echar una mirada sobre el propio ombligo y establecer un bis a bis entre el yo real y lo que uno pretende ser; Inner Pocket, de Shlomit Fundaminsky, que viene desde Israel para mostrar a una mujer envuelta en soledad que vive una existencia absurda entre sus fantasías y sus recuerdos; Tierra, de Venezuela, con José Antonio Rojas, cuya danza gira en torno a un hombre ajeno a los conflictos bélicos que se descubre deshabitado tras el choque de las bombas y, por último, One-Self, también de Israel y protagonizado por Shlomi Bitton. A las nueve de la noche empieza la función de danza del Guimerá mostrando al público 10 minutos después de yo, que llega desde Santo Domingo y Costa Rica contando el tránsito de tres personajes desde distintos mundos y buscando la confluencia; Dramamine, desde Estados Unidos, que investiga influencias culturales opuestas mostrando el contraste entre el pragmatismo y la necesidad del drama; el montaje 0-0-0>, con danzarines austríacos que bajo ese extraño título interpretan al individuo en su oposición al sistema, cerrándose la velada con la pieza La sala, desde Colombia, para ofrecer al público canario una escenificación de danza en la que el cubo de Rubik es el hilo conductor.