Así indicó : “Vuelven a reaparecer en tu memoria las caras de los amigos, de los compañeros de curso, el recuerdo de los primeros amores, de los profesores que tanto marcaron tu camino. Vuelven los olores y los sabores de la infancia”.
El pregonero también se refirió al abandono de la tradicional actividad agrícola, señalando que “el abandono de la agricultura no es sólo el abandono de una de las formas tradicionales de la economía, es también el abandono de una de las muestras más espontáneas de la cultura guiense, de su paisaje y de su medio ambiente, de la idiosincracia de su gente y de sus diferencias sociales”.
Manuel Mederos reivindicó en su pregón la unidad entre Guía y Gáldar declarando: “Mi historia guiense se escribe justo en uno de sus límites. Soy de Anzo, y eso, creo, me confiere una forma distinta de ver las cosas y de asumir más lo que nos hermana que lo que nos aleja de nuestros vecinos. No podremos sobrevivir al aislamiento del fututo sin la comarca, sin Gáldar, sin Agaete, sin Tenerife, sin Canarias”.
El pregonero de las fiestas mayores de Guía finalizó su intervención dando las gracias por permitirle volver de nuevo a casa.
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