La actividad de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) en la defensa y gestión de los derechos de los creadores permite aproximarse a la evolución del consumo de cultura en las Islas Canarias.
Como en el resto del Estado, y en consecuencia directa de la crisis económica, 2008 presenta un balance negativo en lo referido al consumo cultural en el Archipiélago. Sin embargo, la tendencia no parece perjudicar la creatividad en sí misma, como lo demuestra el número de nuevos autores de esta Comunidad que se han incorporado en 2008 a la SGAE: un total de 143.
A pesar de la caída en sus ingresos sociales –fruto de la crisis financiera, pero también del desplome del mercado publicitario, la mala situación que atraviesa el negocio de los soportes discográficos y videográficos, el impago por parte de algunos grandes usuarios del repertorio de la SGAE o el retraso en la publicación de la orden ministerial reguladora de la copia privada-, la Sociedad de Autores consiguió repartir entre sus socios, administrados y sociedades extranjeras un total de 363,2 millones de euros.
De hecho, su eficacia en la gestión colectiva de derechos ha sido reconocida recientemente por el informe de Evaluación del sistema de gestión colectiva de los derechos de propiedad intelectual’, realizado por la Agencia Estatal de Evaluación de las Políticas Públicas y la Calidad de los Servicios (AEVAL), que entre sus principales conclusiones resalta que las entidades españolas - la SGAE entre ellas- “cumplen las funciones para las que fueran creadas permitiendo la existencia de un mercado de derechos de propiedad intelectual en el que los usuarios de las obras y prestaciones remuneran a los titulares de derechos por los usos que realizan de sus obras y prestaciones”.
Además, la SGAE ha hecho una importante apuesta por el futuro del sector cultural en las Islas, y el pasado año presentaba públicamente el proyecto ARTeria Canarias, un espacio en la capital grancanaria que actuará como motor de la creación. Sita en Ciudad Jardín, la edificación albergará las oficinas de la SGAE, un estudio de grabación, aulas de formación y otros espacios para el trabajo de los autores.
Este nuevo multiespacio perseguirá, por una parte, complementar la oferta cultural de la zona, actuando como núcleo aglutinador de ideas, proyectos y servicios locales, y, por otra, servir de plataforma para que las creaciones y los profesionales canarios trasciendan con sus propuestas a nuevos públicos y nuevos ámbitos geográficos a través del intercambio con otros agentes y centros culturales nacionales e internacionales.
Como en el resto del Estado, y en consecuencia directa de la crisis económica, 2008 presenta un balance negativo en lo referido al consumo cultural en el Archipiélago. Sin embargo, la tendencia no parece perjudicar la creatividad en sí misma, como lo demuestra el número de nuevos autores de esta Comunidad que se han incorporado en 2008 a la SGAE: un total de 143.
A pesar de la caída en sus ingresos sociales –fruto de la crisis financiera, pero también del desplome del mercado publicitario, la mala situación que atraviesa el negocio de los soportes discográficos y videográficos, el impago por parte de algunos grandes usuarios del repertorio de la SGAE o el retraso en la publicación de la orden ministerial reguladora de la copia privada-, la Sociedad de Autores consiguió repartir entre sus socios, administrados y sociedades extranjeras un total de 363,2 millones de euros.
De hecho, su eficacia en la gestión colectiva de derechos ha sido reconocida recientemente por el informe de Evaluación del sistema de gestión colectiva de los derechos de propiedad intelectual’, realizado por la Agencia Estatal de Evaluación de las Políticas Públicas y la Calidad de los Servicios (AEVAL), que entre sus principales conclusiones resalta que las entidades españolas - la SGAE entre ellas- “cumplen las funciones para las que fueran creadas permitiendo la existencia de un mercado de derechos de propiedad intelectual en el que los usuarios de las obras y prestaciones remuneran a los titulares de derechos por los usos que realizan de sus obras y prestaciones”.
Además, la SGAE ha hecho una importante apuesta por el futuro del sector cultural en las Islas, y el pasado año presentaba públicamente el proyecto ARTeria Canarias, un espacio en la capital grancanaria que actuará como motor de la creación. Sita en Ciudad Jardín, la edificación albergará las oficinas de la SGAE, un estudio de grabación, aulas de formación y otros espacios para el trabajo de los autores.
Este nuevo multiespacio perseguirá, por una parte, complementar la oferta cultural de la zona, actuando como núcleo aglutinador de ideas, proyectos y servicios locales, y, por otra, servir de plataforma para que las creaciones y los profesionales canarios trasciendan con sus propuestas a nuevos públicos y nuevos ámbitos geográficos a través del intercambio con otros agentes y centros culturales nacionales e internacionales.
Los creadores canarios confían en la SGAE.
143 creadores musicales, audiovisuales y de obras escénicas residentes en Canarias se incorporaron a la SGAE en 2008, 21 altas más que en 2007. Los autores y editores escogen pertenecer a la Sociedad y apuestan por un modelo solidario de gestión colectiva para defender sus derechos. Además, la entidad ofrece a sus asociados servicios asistenciales, formación y apoyo para la promoción de sus obras dentro y fuera de España.
En suma, los creadores de Canarias comprenden que la SGAE garantiza, frente a otras fórmulas, la sostenilidad de la actividad creativa.
Destacable, igualmente, el hecho de que las mujeres constituyan más del 18% de los nuevos socios de la Sociedad de Autores y que, en los últimos 25 años, la entidad haya multiplicado por 15 el número de mujeres asociadas.
A cierre de 2008, los socios (autores, editores y herederos) de la SGAE superan los 94.000. Del total, casi 85.000 son autores y, entre éstos, más de 12.000 son mujeres.