Manuel Reyes, el párroco de la Basílica de Teror, ya se lo había advertido a sus feligreses: la instalación eléctrica de la iglesia no está en condiciones. Ahora ha sido Industria la que ha señalado que o se renueva en su totalidad la instalación o procederá al corte del suministro eléctrico.

Muchos devotos no daban crédito el pasado sábado cuando, a la entrada de misa de siete, se les entregó un panfleto reclamando su ayuda para sacar de un gran apuro a la iglesia que cobija a la patrona de la Diócesis de Canarias.

Según reza el papel,  don Manuel, el párroco, quiere «compartir con ustedes un grave e importante problema que nos plantea el precario estado de la instalación eléctrica de la iglesia que podría, Dios nos libre, ocasionar un incendio».

Y es que la Delegación Provincial de Industria «nos ha advertido seriamente que de seguir así las cosas se vería en la obligación de cortar el suministro eléctrico».

La Basílica de Teror requiere una renovación total de su instalación eléctrica, para lo que se requieren, según proyecto, 112.961,05 euros. «Habiéndose iniciado la correspondiente obra, hemos solicitado ayuda a instituciones», indica el panfleto, sin respuesta positiva y sin posibilidad de cubrir la cantidad presupuestada.