El escritor sevillano Manuel Jurado López (1942) ha resultado ganador del Premio de Poesía Tomás Morales 2008 con un poemario que, según la valoración del jurado, aúna “poesía equilibrada, una notable madurez estética, depuración en el verso y una correcta sonoridad”. El literato andaluz ha dado en la diana de las letras con Las islas en noviembre, una obra que ha merecido este importante premio de poesía de Canarias con un libro “trascendente” que juega a la perfección con el simbolismo del mes de noviembre como fecha clave de celebración de ritos de muerte por parte de la tradición cristiana. El premio Tomás Morales tiene una dotación económica de 7.813 euros y se convoca para obras inéditas escritas en castellano con una extensión mínima de 500 versos. Al ganador, como accésits, le acompañaron Desnudo de pronombre de Francisco Caro Sierra (Madrid, 1947) y El ser humilde sabe que el universo cabe 7 veces y media en lo alto de su cabeza, de la poetisa Luz María Cabrales Llach (Colombia).

El jurado compuesto por Francisco Quevedo García, profesor de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Luis Natera Mayor, catedrático de Literatura Francesa y poeta, y el periodista y escritor Luis León Barreto tuvo que elegir entre un total de 96 obras presentadas. Según el acta del fallo, las obras premiadas “acogen diversas propuestas que se complementan”, con ejemplos notables de poesía clasicista y formas de expresión muy actuales, con toques de espontaneidad y frescura vital.

Manuel Jurado López, sevillano, nacido en el 1942, es profesor de Lengua y Literatura Española y compagina su labor docente con su actividad literaria, en los campos de la poesía, la narrativa, la traducción y la crítica literaria. Ha ganado varios premios poéticos, como el I Premio Internacional de Poesía San Juan de la Cruz-Ciudad de Úbeda, el premio Ángaro de Poesía o el Miguel Hernández que convoca la Comunidad valenciana. Con Las islas en noviembre, indica el fallo, sabe unir la ironía y una reflexión sobre la muerte personificada en la tradición cristiana de Todos los Santos. “El poeta habla de la soledad, la levedad de la vida, el sentido de la ausencia y los naufragios que se suceden en la existencia humana”.

En este sentido, el propio poeta aseguró que ha querido “hacer una reflexión que va más allá del sentido de la vida o la muerte y que se centra en la diferente posición del ser humano ante lo que posee y lo que ha perdido”. “Estoy muy satisfecho con el premio y agradecido a Gran Canaria por esta distinción que completa el premio de Poesía Ciudad de Las Palmas que recibí el año pasado”, explicó Jurado.

El premio internacional de poesía Tomás Morales se creó en 1955 vinculado a la Casa de Colón. La inauguración, en 1976, de la Casa Museo Tomás Morales traslada la tutela del certamen a la institución que guarda la memoria y obra de uno de los buques insignias del modernismo y apuntala el certamen como uno de los más prestigiosos de su categoría. En su nómina de ganadores cuenta con personalidades del mundo de las letras de la talla de Pedro Perdomo Acedo, José Caballero Millares, Javier Cabrera, Donina Romero, Luis Natera Mayor o José María Millares Sall. La gran mayoría de los optantes al galardón son del Estado, pero cada año se incrementan los participantes iberoamericanos y portugueses. Como curiosidad, hay que señalar que al premio se han presentado poetas de nacionalidad canadiense o israelí, lo que da una buena muestra de la dimensión internacional de esta convocatoria que organiza la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico y Cultural del Cabildo de Gran Canaria.

Aparte del premio en metálico, la obra ganadora es objeto de una cuidada edición por parte del Servicio de Publicaciones del Cabildo de Gran Canaria, pasando a integrar la colección Premio de Poesía Tomás Morales que cuenta con el diseño de Montse Ruiz.