Navarro, en una ponencia magistral con la que ha cerrado el ciclo de conferencias del primer centenario del edificio de la Heredad de Aguas de Arucas y Firgas, precisó que tras años de estudios ha concluido que su composición -a base de bicarbonato y sodio- la convierten en idónea como agua de mesa.
El experto lamentó que hasta ahora “ni mucho menos” se haya estado aprovechando la “gran potencialidad y calidad de esta agua”, cuyas características comparó con las de otras que sí se comercializan en estos momentos y que a su juicio no son mejor producto.